Los “gigantes” de la tecnología, hace tiempo que son conscientes del enorme nicho de mercado que ofrece la monitorización de la salud y la actividad física. El último ejemplo lo encontramos en Samsung, que está trabajando en el desarrollo de un bioprocesador, un chip específico para wearables.
Como explica el vicepresidente de marketing de la compañía, Ben K. Hur, este bioprocesador no es un bioprocesador al uso, y “es que es el chip más versátil de control de la salud y del ejercicio físico disponibles en el mercado hoy en día”, versatilidad que ofrece por la capacidad que tiene de “poder procesar cinco señales biométricas diferentes”, que son las siguientes: electrocardiograma, photoplethysmogram, análisis de impedancia bioeléctrica, temperatura de la piel y nivel galvánico.
Por si fuera poco, además, no solamente medirá parámetros como los pasos o las horas de sueño, sino también la grasa corporal, la masa muscular y esquelética, la temperatura de la piel, la frecuencia cardíaca y el nivel de estrés del usuario.
Este bioprocesador aún está en fase de producción, pero como se indica desde Samsung, se prevé que esté disponible en el primer semestre de 2016. “El bioprocesador de Samsung se espera que pueda abrir nuevas opciones de servicios basados en la salud de nuestros clientes”, concluye Ben K. Hur.
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