Desde octubre de 2014, más de 2.000 pacientes han sido citados a las consultas colectivas de oftalmología y obstetricia en el Hospital Doctor Peset de Valencia empleando un modelo único en España que la dirección del centro y la Conselleria de Sanidad valenciana, dirigida por Carmen Montón, denominan como “consultas médicas en grupo“.
Tal y como explica Vicente Useros en El Mundo, la implementación de un método novedoso en la práctica médica nunca está exento de dudas ni críticas. Para la dirección del Hospital, sólo se trata de informar a los pacientes de las características de sus patologías. Sin embargo, para algunos médicos es una manera enmascarada de pasar consulta, de forma masiva, a grupos de personas con el fin de reducir las listas de espera, vulnerando así el derecho de los usuarios de la sanidad pública a la intimidad. Además, contribuye a romper la estrecha relación que debe haber entre el médico y su paciente.
El origen de estas nuevas sesiones se remonta a 2005, al iniciarse un programa mediante el cual las pacientes embarazadas iban un día de visita al Hospital Peset en un intento de humanizar la asistencia sanitaria, y recibían una charla informativa sobre la anestesia epidural del parto.
Una de las prueba claves es la carta que se remite a todos los pacientes para que acudan a la sesión multitudinaria y en la que todas las referencias apuntan a que se trata de una consulta clínica. En el documento el hospital admite que no se trata de charlas informativas, porque refleja las características de un acto hospitalario y posee toda la trascendencia para el paciente, que más tarde se incluye dentro de su historial médico, junto al consentimiento informado que firma en ese momento para ser operado después. La citación recuerda al enfermo que en el mostrador de información del edificio le indicarán “el lugar exacto” donde se encuentra “la consulta en la que se le atenderá“, que resulta ser el salón de actos del propio hospital.
Otro aspecto que demuestra que la sesión tiene consideración de consulta en lugar de simples charlas informativas es la solicitud escrita que cursa el servicio de anestesiología a la dirección del hospital para poder ocupar el salón de actos. En el motivo de la solicitud aparece “consulta de preanestesia de los pacientes de oftalmología y analgesia de partos de obstetricia dirigido a pacientes y acompañantes“. A esto se suma además la periodicidad de las sesiones, ya que la solicitud del salón de actos es para todas las semanas del año.
Otra crítica de los profesionales se basa en que durante las consultas no se valora la capacidad del paciente para dar el consentimiento informado. De hecho, existe jurisprudencia en la que se considera importante que se pueda valorar la propia capacidad del paciente para otorgar su consentimiento informado, que se exige durante estas conferencias grupales.
Otro de los puntos más criticados del proceso es que al paciente se le dice que el consentimiento es obligatorio. Pero no se le explica que puede denegar el consentimiento o revocarlo en cualquier momento. De igual modo, el paciente no ha tenido, previamente, una copia del consentimiento, ni se lleva una copia del mismo.
A los expertos en gestión de casos clínicos les resulta sorprendente el hecho de que en estas sesiones se pida a los pacientes presentes que, si no saben si les van a operar de uno o de los dos ojos, escriban “ambos ojos”, lo que demuestra que esa consulta en grupo no se realiza con la historia clínica de cada enfermo delante.
El procedimiento se inicia con un médico que informa a los pacientes sobre los tipos de cirugía que existen y qué tipo de anestesia se suele aplicar. En las sesiones los pacientes escuchan, no hablan, lo que para algunos facultativos supone una relación médico-paciente despersonalizada. La información que se imparte es genérica, es decir, la misma para todos los asistentes y, en ningún momento, se personalizan los asuntos clínicos ni se tienen en cuenta los antecedentes médicos ni las circunstancias sociales o familiares del paciente.
Los pacientes descubren sorprendidos el nuevo modelo de atención porque creen que va a una consulta de anestesia y se encuentran en un salón de actos. En ese momento se produce el primer contacto del paciente con la hoja de consentimiento informado. Al paciente se le dice que ponga la fecha y firme como que ha entendido la explicación y se transmite a todos los asistentes que se trata como un acto burocrático, aunque el consentimiento se incorporará a la historia clínica en un futuro y tiene la misma trascendencia clínica que cuando se realiza en una consulta individual.
“No hacemos nada ilegal”
La Dirección del Hospital Doctor Peset ha declarado que “las charlas no ponen en peligro a ningún paciente ni se está realizando ningún tipo de práctica ilegal” y que los pacientes que van a ser operados de cataratas “no pasan de manera sistemática por la consulta de preanestesia”. También aseguran que cuentan con un documento sobre las condiciones preoperatorias en la cirugía de cataratas de la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR) que avala este procedimiento que se lleva a cabo en el Hospital Peset.
El centro afirma que en el salón de actos “se reúne a los pacientes que, siguiendo estos criterios, no tienen que pasar por la consulta de preanestesia” y aseguran que esta decisión se tomó con el objetivo de que los pacientes -normalmente de edad avanzada- “estén perfectamente informados y dispongan de todos los datos posibles para poder obtener un consentimiento informado individual de cada uno, de forma totalmente consciente, como es preceptivo legalmente”. El consentimiento informado puede rellenarse “bien al finalizar la sesión de forma individual y privada o bien el mismo día de la intervención en los quirófanos de la UCSI”.
El centro justificó que la puesta en marcha de estas sesiones informativas hace dos años “se planteó como una opción adecuada y adicional para los pacientes que por sus características -sin patologías graves asociadas a su proceso oftalmológico- y de bajo riesgo no precisaban consulta de preanestesia ante una intervención de cataratas, siguiendo los criterios establecidos por la Sociedad Valenciana de Anestesiología y Reanimación”. Asimismo el hospital ha querido desmentir que haya “demoras en la citación de pacientes para las consultas preoperatorias de preanestesia y que ese sea el motivo de que se hagan sesiones informativas colectivas para pacientes que vayan a ser intervenidos de cataratas”. Por último, hacen hincapié en que “no hemos recibido ninguna queja formal”. Hasta ahora.
Las “charlas” se cancelan
El experimento de las consultas colectivas no ha soportado la presión médica y finalmente la Generalitat Valenciana ha decidido cancelar las “consultas en grupo” que realizaba el Hospital Doctor Peset tras las quejas de médicos y expertos, anunciando el día 6 de enero por carta a todo el personal del centro que suspendía estas sesiones después de que la Sociedad Española de Anestesiología y los sindicatos de facultativos rechazaran el método.
“Hemos decidido suspender las charlas hasta que no obtengamos la opinión favorable de los especialistas“, argumentó Francisco Dolz, gerente del Peset, que anunció que había convocado una reunión para el próximo 12 de enero con el fin de recoger “las opiniones y los argumentos de las sociedades científicas de anestesiología, del Colegio de Médicos y de los profesionales de anestesiología y oftalmología“, especialidades en las que se aplicaba la consulta colectiva.
La idea del director del hospital es lograr un documento de consenso en el que se defina “si son procedentes o no este tipo de actos múltiples y si se produce una falta de acuerdo de todos los agentes clínicos se dejarán de hacer definitivamente”
El servicio de anestesia del hospital defiende estas prácticas porque, para los profesionales, sólo es una manera de informar a los pacientes. Sin embargo, la oposición es generalizada en el resto de médicos consultados, que tildan el proceso como una manera encubierta de pasar consulta, de forma masiva, a grupos de personas con el fin de reducir las listas de espera,vulnerando de esta forma el derecho a la intimidad de los usuarios de la sanidad pública.
Daniel Matoses, Presidente del sindicato CSIF en la Comunidad Valenciana, calificó de “actos vergonzosos” las sesiones que se vienen realizando en el hospital de Valencia desde octubre de 2014, y se sumó a los reproches de la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación, a la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y al Sindicato de Médicos de Asistencia Pública (Simap): “La consejera Carmen Montón debe impedir estos experimentos y centrarse en los problemas reales de gestión que sufre la sanidad“, declaró.
Ante esta tendencia poco favorable, la dirección del Hospital Universitario Doctor Peset confirmó que va a revisar los protocolos que se aplican y la terminología que se emplea en las comunicaciones a los pacientes “para que quede claro que se trata de charlas informativas y no consultas” -como hasta ahora figura en las citaciones- y evitar así cualquier tipo de malentendido o confusión que pueda inducir a los pacientes el sistema de codificación que se usa. Es más, el Hospital Doctor Peset “se pondrá en contacto con las sociedades científicas pertinentes para recabar su asesoramiento y replantear estas sesiones informativas de la forma más beneficiosa posible para el paciente“.
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