El gasto público en Sanidad se ha recuperado en 2014, después de 6 años de recortes

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Un reciente estudio sobre la evolución del gasto público en Sanidad en España en los últimos años ha mostrado una recuperación en 2014, después de que la crisis desde 2003 a 2009 provocara un aumento del gasto, que sumado a la caída de ingresos, acabó causando un acusado déficit fiscal.

Los ajustes del Gobierno de Mariano Rajoy hicieron que el gasto en 2013 bajase hasta niveles de 2007 y el año 2014 ha sido el punto de inflexión de la tendencia bajista sufrida en los últimos seis años, desde 2009, siendo el gasto un 18% superior que la anterior década.

Normalmente se calcula el gasto público como proporción de PIB, que representa el esfuerzo fiscal de la economía en su conjunto, pero en un contexto de recesión, esto aumenta la proporción de gasto, por lo que, esta vez, los datos se han calculado por habitante, lo que permite ver de forma más concluyente la relación entre la financiación de los servicios públicos básicos con el número de usuarios.

Rafael Doménech, economista jefe de economías desarrolladas de BBVA Research afirma que “a pesar de la pérdida de empleo masivo que se ha sufrido durante la crisis, España ha sido capaz de salvaguardar su Estado de Bienestar. Los ajustes nos han devuelto a los niveles de 2007, antes de la crisis, pero no más”.

Estos datos de gasto en sanidad también son extrapolables al gasto público total, ya que también se observa un incremento de 23 puntos en el gasto por habitante de 2003 a 2009 y, después, una reducción de más de 9 puntos entre 2009 y 2014, con lo que sigue habiendo un incremento de 13 puntos entre 2003 y 2014.

En el estudio Notas para una política fiscal en la salida de la crisis“, dirigido por Doménech junto con Javier Andrés, catedrático de la Universidad de Valencia, y Ángel de la Fuente, de Fedea, se llega a la misma conclusión: “El gasto total e incluso el gasto sin intereses por habitante se sitúan en la actualidad al menos en los mismos niveles que en 2007”, lo que contradice a aquellos que consideraban que los servicios públicos básicos se han visto reducidos por los recortes en el gasto desde 2009.

Si se tienen en cuenta las distintas partidas del gasto, los economistas advierten que “el gasto total, incluso medido por habitante, puede proporcionar una idea un tanto engañosa de la capacidad de prestación de servicios de nuestras administraciones públicas porque incluye partidas que han crecido por motivos variados sin que eso redunde necesariamente en mejores servicios para el grueso de la población”.

Los componentes que más han crecido entre los años 2009 y 2014 han sido el pago de las pensiones contributivas de la Seguridad Social, el gasto en personal, la compra de bienes y servicios, el pago de intereses y las prestaciones por desempleo, llegando las tres últimas a crecer en torno a un punto de PIB.

A día de hoy el nivel actual de ingresos tributarios sigue siendo bajo por lo que esta recuperación económica no será suficiente para cumplir con los objetivos de estabilidad presupuestaria ni acabar con el déficit, pero el estudio concluye que el Estado sigue teniendo margen para reducir ese gasto sin comprometer la calidad de los servicios públicos.

El estudio completo, aquí
..Susana Calvo

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