Médicos sin Fronteras insta a la OMS una mayor inversión para prevenir brotes de enfermedades causadas por virus que pueden convertirse en epidemias en 2015

Médicos sin Fronteras (MSF) insta a la Organización Mundial de la Salud (OMS) una mayor inversión para prevenir y dar respuesta a los brotes de cólera, malaria, meningitis, sarampión y otras enfermedades que, causadas por virus o parásitos, tienen potencial para convertirse en epidemias durante este año.

Todas ellas podrían llegar a convertirse en serios problemas de salud pública”, advierte MSF, coincidiendo con la celebración del 138º Consejo Ejecutivo de la OMS que se está celebrando en Ginebra (Suiza) desde este pasado lunes 25 de enero hasta el próximo sábado.

MSF reconoce que las estrategias actuales para prevenir grandes brotes de enfermedades no son del todo eficaces, prueba de ello, es que siguen produciéndose epidemias que, a menudo tienen consecuencias devastadoras para los países menos desarrollados, ya que causan numerosas muertes y agotan rápidamente los escasos recursos disponibles.

Sabemos que este año miles de vidas correrán peligro, a pesar de que existen medios para prevenir estas muertes”, alerta la doctora Mónica Rull, portavoz de MSF, que recuerda que “cada año se producen epidemias de cólera, malaria, sarampión y meningitis que incapacitan y matan a muchas personas”.

Al mismo tiempo, hay que hacer frente a la gran amenaza que suponen las enfermedades emergentes y reemergentes propagadas por virus y parásitos, tales como el chikungunya, la fiebre del dengue, el ébola, el kala azar y el zika.

Por ello, MSF, considera que junto con las medidas de prevención, deben proporcionarse recursos para desarrollar sistemas eficaces de respuesta ante la magnitud de emergencia humanitaria que estas enfermedades ocasionan.

Mecanismos de alerta temprana y acciones de respuesta rápida
Sin embargo, la realidad “dice” que aún debe hacerse mucho más para ayudar a los países a fortalecer sus infraestructuras, capacidades humanitarias y sanitarias, y proporcionar educación en salud a las comunidades locales.

Los mecanismos de alerta temprana deben ir acompañados de acciones de respuesta rápida cuando se produce el brote de una enfermedad, proporcionando atención médica gratuita y de calidad a todos los afectados. Además, la agenda de investigación y desarrollo (I+D) se debe reorientar hacia el bien público, asumiendo que no se puede contar con las fuerzas del mercado para distribuir herramientas eficaces, accesibles y asequibles a grupos de población desatendidos.

MSF da las pautas para poder lograr una seguridad sanitaria global, y es que el primer paso es que exista una cobertura sanitaria que asuma la seguridad sanitaria de cada individuo, lo que incluye a las personas más enfermas y vulnerables. “Las estrategias actuales de respuesta a los brotes fallan a las mismas personas para las que son diseñadas”, afirma la doctora Rull, que admite que si no se ponen en marcha “cambios significativos” se podrían repetir “los mismos errores del pasado”.
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