La Asamblea General de la Organización Médica Colegial (OMC) ha aprobado este fin de semana una Declaración de la Comisión Central de Deontología (CCD) de la corporación sobre la Vacunación Pediátrica en la que considera “que los médicos que públicamente, o en el ejercicio de su profesión desaconsejen las vacunaciones indicadas en el calendario de vacunación actual, estarán actuando de manera inadecuada y, en ocasiones, peligrosa”.
Y es que como apuntan desde la OMC, los profesionales sanitarios tienen la obligación y la responsabilidad de recomendar la vacunación pediátrica, aunque matiza que “no todas las vacunas con igual fuerza, pues no es comparable el riesgo que supone tener una enfermedad u otra ni el porcentaje de protección que confiere”.
Este posicionamiento de la OMC surge a raíz de los argumentos que los antivacunas han manifestado sobre la gravedad de los efectos secundarios y, “con especial referencia a los que dicen pueden aparecer a más largo plazo -autismo, enfermedades neurológicas como encefalitis desmielinizante-”. En este sentido, la organización asegura que “en absoluto están fundamentados y con éstos postulados se desinforma a la población y se crea una infundada alarma social”.
También plantea “con indudables implicaciones éticas la incorporación incesante de nuevas vacunas en el calendario recomendado, lo que exige un ejercicio de prudencia y un posicionamiento crítico, no diferente al que se tiene o se debería tener con innovaciones de fármacos o de nuevas tecnologías, es decir, regirse por criterios de efectividad, seguridad y eficiencia, basados en evidencias científicas”.
“Teniendo en cuenta”, que las vacunas son un derecho universal del niño, “y ante el descenso de la población inmunizada con peligro de aparición de brotes de infecciones prevenibles”, la OMC llega a plantear que “se legisle su obligatoriedad, de forma similar a la del cinturón de seguridad en coches o caso en motos”.
..Redacción
