Publicado en El Confidencial Ernesto Colman, es según a quien se pregunte, un genio o un timador. No hay termino medio. O un hombre sabio que ideó un nuevo y exitoso modelo de negocio con clínicas dentales, Vitaldent, o un tirano que exprimía a sus franquiciados y apartaba de su camino a quien le hacía frente. La juez de Majadahonda que le investiga por una denuncia de de la Fiscalía Anticorrupción ha dado de momento la razón a los segundos y lo ha mandado a prisión. Parece que tienen razón esos que como ese antiguo franquiciado que bajo la condición de anonimato afirma: “Nos pedía que pagásemos parte del canon en b. Bueno, no sé si b, pero sí dinero en efectivo. Venía el que entonces era su suegro al aeropuerto y debía pagarle en billetes en sobres”. La historia de Vitaldent es la de una buena idea en el momento adecuado. España, año 1997. Año I del milagro económico de Rodrigo Rato.