El Consejo General de Dentistas de España ha solicitado reunirse con responsables de Sanidad de los diferentes grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados para trasladarles la “imperiosa necesidad” de regular el modelo de franquicias en este sector y “aliviar la burbuja dental”.
Y es que ante el caso de Funnydent, que cerró todas sus clínicas sin previo aviso dejando a centenares de afectados con tratamientos a medias y financiaciones en curso, y el más reciente, el de Vitaldent, en el que la Policía Nacional ha detenido a más de una decena de personas por supuestos delitos económicos entre ellos el dueño de la franquicia, el uruguayo Ernesto Colman por supuesto delito fiscal, el Consejo General de Dentistas denuncia que en los últimos años ha crecido exponencialmente esta burbuja de franquicias dentales y, por ello, reclama que la mayoría del patrimonio social y del número de socios de este tipo de sociedades correspondan a socios profesionales para así vincular la prestación del servicio al conocimiento y a la buena ética y praxis profesional.
“En este modelo empresarial se antepone en muchas ocasiones el interés económico incluso por encima de la salud de los pacientes, y las autoridades tienen que actuar porque de lo contrario casos como los que ya hemos vivido van a volver a producirse porque el sector dental está absolutamente sobredimensionado en nuestro país”, destaca Óscar Castro, presidente de la institución colegial.
“Permitir que empresarios sin escrúpulos y totalmente ajenos a la Odontología inviertan en el sector dental para ganar dinero casi sin ningún tipo de control es una barbaridad que no pasa en otros países donde sí hay una legislación muy clara al respecto”, denuncia el presidente del Consejo.
Además, reclama que elabore una Ley Marco que regule la publicidad sanitaria en todo el territorio nacional que impida “que se mercantilice la salud y se sigan publicando anuncios de publicidad sanitaria que son totalmente engañosos y que lo que buscan es atraer al cliente y ganar dinero”.
La situación no es sostenible, el sector está colapsado y el empleo está precarizado
Otra de sus reivindicaciones son la fijación de ‘númerus clausus’ en las facultades de Odontología en función de las necesidades reales en materia de salud bucodental de la población española, como sucede en Medicina, para así poner freno a la plétora profesional que está colapsando el mercado, garantizar una formación de calidad,y poder planificar de forma apropiada los recursos sanitarios odontológicos tanto en el ámbito público como en el privado.
El gran número de facultades de Odontología que cada año se abren en España, y sin realizar ningún tipo de estudio en el que se analice la necesidad real de los recursos humanos que se precisan (actualmente en España hay 20 facultades, frente a las nueve que había en 1990) convierten a España en el país de la Unión Europea con mayor número de dentistas graduados al año, y al mismo tiempo, hace que ningún otro país tenga un crecimiento tan alto en número de odontólogos. Además, destacar que nuestro país que, es de los pocos de la UE en el que existen facultades privadas -ocho de odontología-, el número de estudiantes matriculados es casi el doble que el de las 12 facultades públicas.
“La situación no es sostenible porque el sector está colapsado y el empleo se está precarizando, pero se siguen graduando aproximadamente 1.650 dentistas cada año, algo que solamente pasa en España”, lamenta Castro. De mantenerse esa cantidad de dentistas que anualmente acaban sus estudios, en 2020, se prevé un ratio de un dentista por cada 1.000 habitantes, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un ratio necesario de un dentista por cada 3.500 habitantes en función de la epidemiología y la demanda asistencial; en España, actualmente, hay un dentista por cada 1.200 habitantes.
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