La primera prueba humana de optogenética puede demostrar ser capaz de restaurar la vista a los ciegos

Una técnica de hace diez años que permite a los investigadores controlar la función cerebral de animales de laboratorio podría restaurar parcialmente la vista a los ciegos.

En un ensayo patrocinado por RetroSense Therapeutics, una startup ubicada en Ann Arbor, Michigan, los médicos inyectarán un virus inofensivo cargado con ADN de algas fotorreceptivas en los ojos de 15 pacientes que padecen Retinitis pigmentosa.

Este procedimiento experimental representa la primera prueba humana de optogenética, técnica que modifica genéticamente las neuronas para que sean sensibles a la luz. Los médicos de la Retina Foundation of the Southwest llevará a cabo el procedimiento y el intento de transferir las funciones de las células fotorreceptoras a diferentes células del ojo para restaurar la vista.

Una nueva tarea para las células
Antes de que nuestros cerebros construyan una imagen visual de nuestro mundo, una cadena de células en nuestros ojos debe convertir la luz en señales eléctricas que se procesan en el cerebro. Las células fotorreceptoras de la retina representan el primer eslabón de esta cadena, y son reactivas a los fotones.

La Retinitis pigmentosa hace que estas células se degeneren, y que los pacientes con esta enfermedad pierdan la visión periférica y nocturna y que, finalmente, se queden ciegos . La idea es eludir las células fotorreceptoras rotas y hacer que las células ganglionares, que transmiten señales desde la retina hasta el cerebro, sean sensibles a la luz.

Los médicos inyectarán un virus que lleva instrucciones del ADN que va a engañar a las células ganglionares para que produzcan una proteína sensible a la luz llamada canalrodopsina – la misma proteína que usan las algas para detectar la luz.

Desde hace una década, los investigadores neurocientíficos han estado utilizando este método para alterar las células cerebrales en animales de laboratorio con el fin de activar o apagar las vías neurales con la luz. Por lo general, los investigadores controlan el comportamiento neuronal mediante la implantación de cables de fibra óptica que proyecta luz en la ubicación deseada del cerebro. Probar la terapia optogenética en el ojo es un primer ensayo humano ideal ya que el procedimiento no requiere implantes o una cirugía complicada.

Todo lo que se tiene que hacer es inyectar algún tipo de “paquete” que lleve estas moléculas sensibles a la luz al ojo“, dice Thomas Greenwell, director del programa de neurociencia de la retina en el National Eye Institute.

¿Funcionará en los seres humanos?
Los anteriores intentos de empleo de la optogenética para restaurar la visión en ratones y monos tuvieron éxito. Sin embargo, Yi-Zhong Wang, director del laboratorio Jones Macular Function de la Foundation of the Southwest, advirtió de no dejarse llevar por un infundido optimismo hasta tener los resultados de la prueba.

El reto en este caso será ver cómo se va traducir el modelo animal en el modelo humano“, dice Wang. “Lo mejor que puedo decir es que se trata de una prueba muy emocionante, pero el resultado es aún desconocido“.

Un posible problema es que cuando las células ganglionares fotosensibles comienzan a disparar, el cerebro no reconozca las señales, dice Wang. “Estas células están destinadas a desempeñar una tarea totalmente diferente y no aún está claro si serán capaces”. Otro posible inconveniente es que la proteína canalrodopsina sólo responda a una luz intensa, y a la luz de un solo color (azul). La luz también tiene que ser bastante brillante como para activar las moléculas sensibles a la luz. Ambos factores pueden limitar lo que los pacientes de la prueba puedan ver finalmente.

Las expectativas aún no están claras, podrían ser bajas. Una persona podría ver en blanco y negro o ver manchas blancas y negras“, dice Greenwell. “Todavía estamos en las primeras etapas“.

Las células madre y los circuitos artificiales
Los investigadores ya han demostrado un éxito limitado utilizando circuitos artificiales que se conectan a las neuronas del ojo para restaurar la vista. Uno de esos dispositivos, el Argus II, utiliza una cámara para transmitir datos a electrodos que convierten la información en impulsos eléctricos que se envían al cerebro. Otro dispositivo que está siendo desarrollado en Alemania sustituye a la cámara con fotodiodos que se comunican con las neuronas.

Las células madre representan otra solución prometedora para la ceguera. Los investigadores están experimentando formas de utilizar las propias células madre del paciente para reparar las células dañadas en el ojo, o al menos detener el proceso degenerativo. Greenwell dice que garantizar la integración correcta de las células en el ojo es uno de los retos de este enfoque.
..Susana Calvo

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