Expertos defienden el uso de los nuevos anticoagulantes de acción directa para prevenir un segundo ictus en pacientes de alto riesgo

Cardiólogos y neurólogos han destacado el papel clave que pueden jugar los anticoagulantes de acción directa -ACOD- para prevenir un segundo ictus isquémico o eventos hemorrágicos en pacientes de alto riesgo que presentan fibrilación auricular no valvular -FANV- o aquellos que ya han sufrido un ictus previo.

Y es que en el marco de la XIX edición de la reunión CardioForo 2016 que, del 18 al 20 de febrero se ha celebrado en San Lorenzo del Escorial , en colaboración con la Alianza Bristol-Myers Squibb-Pfizer, los asistentes defendieron que una de las principales mejoras que se podría aplicar para la prevención del ictus cardioembólico a través del tratamiento anticoagulante es identificar mejor al paciente con mayor riesgo tromboembólico.

La FANV afecta en España a más de 800.000 personas y, según los expertos, se calcula que aproximadamente un 55-60% de los ictus cardioembólicos tienen su origen en la FANV.

Para ello, como explica Domingo Marzal, jefe del Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario de Mérida, “es clave valorar el riesgo tromboembólico mediante la escala de evaluación CHA2DS2VASc, que aconseja iniciar el tratamiento anticoagulante en los pacientes que tienen una puntuación igual o superior a 1”.

En estos casos, el tratamiento antitrombótico de elección debería ser un ACOD “por el perfil de seguridad que ofrecen para el manejo clínico y por la comodidad que representa para el paciente al administrarse en dosis fijas”, algo que “ya recogen en la actualidad las guías de la Sociedad Europea de Cardiología”, afirma el doctor Marzal.

En el caso de pacientes con fibrilación auricular que están en tratamiento con el popular ‘Sintrom’, Marzal indica que hay que comprobar el cumplimiento y el tiempo en rango terapéutico y, “si el paciente no está en rango, hay que cambiar a un anticoagulante de acción directa como muy tarde en seis meses”.

Actualmente, se calcula que entre un 40-50% de los pacientes anticoagulados no están bien controlados y, por lo tanto, están en riesgo de sufrir un ictus o una hemorragia en los casos más graves.
..Redacción

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