Un ensayo iniciado hace 10 años, demuestra que el tratamiento con ‘Benznidazol’ en personas con complicaciones cardíacas por la enfermedad de Chagas es ineficaz, por lo que los expertos alertan de que más de 200.000 personas morirán en los próximos cinco años sin un tratamiento más idóneo.
Como indica el director de la Iniciativa de Chagas en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), Joaquim Gascón, el estudio BENFEIT -“Benznidazole Evaluation for Interrupting Trypanosomiasis”-que se presentará en el XII Taller de Chagas que se celebrará en Barcelona este jueves 3 de marzo, es una llamada de alerta para que se acelere en el diagnóstico, tratamiento e investigación para la enfermedad de Chagas.
BENEFIT es un ensayo internacional que, controlado con placebo se inició hace más de una década para determinar si las 1,2 millones de personas con complicaciones cardíacas por Chagas crónico podrían beneficiarse del tratamiento con ‘Benznidazol’.
Según un artículo publicado por la Coalición Global de la Enfermedad de Chagas en la revista Plos NTDs, la respuesta parece ser negativa, y es que el estudio no demostró un incremento del beneficio del tratamiento en las complicaciones cardíacas, subrayando así la necesidad de revisar las estrategias para la quimioterapia antiparasitaria en pacientes con cardiopatía chagásica ya establecida. Además, un 17-18% de los pacientes tanto del grupo tratado como del grupo placebo murieron en un período de cinco años, lo cual significa que unas 200.000 pacientes morirán de cardiomiopatía en los próximos cinco años.
En España, se estima que podría haber entre 50.000 y 90.000 afectados por Chagas
Entre 5,7 y 9,4 millones de personas viven infectadas por el parásito Trypanosoma cruzi, causante de la enfermedad de Chagas, la mayoría de ellas en América Latina -cerca de 8 millones de personas-, pero menos del 1 % de ellas tiene acceso a diagnóstico y tratamiento.
Se transmite a los seres humanos principalmente por las heces de insectos triatomíneos, que recibe distintos nombres según la zona geográfica y el país, así, se puede llamar vinchuca, chinche, barbeiro, pito o chicha guazú, entre otros.
En sus orígenes, la enfermedad de Chagas se asentaba principalmente en América Latina, sin embargo, actualmente se ha propagado a otros continentes debido a la movilidad de la población entre América Latina y el resto de países del mundo. De este modo, en las últimas décadas hay una mayor incidencia de la enfermedad en Estados Unidos, Canadá, y muchos países europeos y algunos del Pacífico Occidental, donde la transmisión del parásito se puede producir mediante transfusión de sangre, transmisión congénita -de la madre infectada a su hijo- y órganos donados.
A pesar de los resultados negativos, el ensayo BENEFIT identifica varios temas que requieren de investigación urgente, como el mejor régimen para el ‘Benznidazol’, el desarrollo de biomarcadores para predecir el desenlace clínico, y el papel de otras infecciones o enfermedades no transmisibles en el tratamiento de pacientes con infección crónica por Trypanosoma cruzi. Asimismo, presenta nuevas oportunidades para evaluar la próxima generación de formulaciones y fármacos actualmente en desarrollo. Según Gascón, “el estudio enfatiza la necesidad de iniciar el tratamiento en fases más precoces de la enfermedad”, que se llama así por Carlos Ribeiro Justiniano Chagas, médico brasileño que la descubrió en 1909.
En España, se estima que podría haber entre 50.000 y 90.000 afectados por la enfermedad de Chagas, sin embargo no existen datos exactos del número real de afectados. Madrid, Catalunya, la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía son las comunidades autónomas con mayor número de casos registrados de esta patología.
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