El cáncer de mama tiene una mayor incidencia en mujeres obesas

Un equipo internacional de investigadores, con la participación de la Universidad de Granada (UGR), ha revelado nuevos datos acerca de por qué el cáncer de mama tiene una incidencia más alta y es más agresiva en las personas obesas. La razón es que la grasa peritumoral (la grasa alrededor del tumor) facilita la expansión y la invasión de las células madre de cáncer (CMC), que son responsables de la aparición y crecimiento del tumor.

Las CMC se encuentran en los tumores en una proporción muy pequeña, y su principal característica es que son responsables de la aparición de metástasis en partes del cuerpo alejadas del tumor original. Los tratamientos de quimioterapia y radioterapia convencionales no son capaces de eliminar dichas células madre cancerosas, y por eso es muy común que, después de la primera respuesta al tratamiento, muchos pacientes con cáncer sufran una recaída.

Este nuevo trabajo de investigación ha sido liderado por la Universidad de Miami (Florida, Estados Unidos), y ha contado con la participación de investigadores de Hospital Universitario de Granada y el equipo de investigación de “Terapias Avanzadas: diferenciación, regeneración y cáncer” de la Universidad de Granada (España).

Mecanismos aún por aclarar
Las consecuencias de la actual epidemia de obesidad en la morbilidad y la mortalidad por cáncer son muy graves. De hecho, se estima que, en la actualidad, hasta un 20% de las muertes relacionadas con el cáncer puede ser atribuible a la obesidad.

Las mujeres obesas tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de mama después de la menopausia, y tienen una peor evolución de la enfermedad, sin importar la edad, pero los mecanismos por los que la obesidad contribuye al desarrollo y progresión del cáncer no están claros todavía. Las grasa relacionada con la obesidad causa inflamación local y evita que los adipocitos (las células que forman dicha grasa) maduren.

Para esta investigación, llevada a cabo en ratones y publicado en la reconocida revista Cancer Research, los investigadores evaluaron los efectos de co-cultivo de adipocitos con células del cáncer de mama en la agresividad del tumor, la capacidad de invasión local y potencial el metastásico de dicho tumor.

Los resultados muestran que la interacción entre las células tumorales y adipocitos inmaduros cerca del tumor durante las primeras etapas de cáncer de mama aumentó la secreción de citoquinas proinflamatorias (proteínas).
Dichas citoquinas causan una mayor expansión de las células madre cancerosas altamente metastásicas”, explica el profesor de la UGR Juan Antonio Marchal Corrales, uno de los autores de este trabajo.

Justificación preclínica
Además, los investigadores han descrito el mecanismo por el que este proceso se lleva a cabo y su relación con la activación de la proteína quinasa de la familia SRC. A su vez, dicha proteína induce la activación del factor de transcripción Sox2 (esencial para mantener las características de las células madre) y de una pequeña molécula de ARN llamada miRNA-302b.

El cocultivo prolongado de células tumorales con adipocitos inmaduros o citoquinas aumentó la proporción de células madre cancerosas (que tenían la capacidad de formar nuevos tumores), la presencia de células tumorales en sangre, y el potencial metastásico después de su implantación en ratones“, dice Marchal. “Y por último, observamos que los fármacos inhibidores de quinasa de la familia SRC disminuyen la producción de citoquinas y células madre cancerosas“.

Estos hallazgos revelan nuevos conocimientos que subyacen al aumento de la mortalidad del cáncer de mama en individuos obesos y proporcionan una nueva lógica preclínica para probar la eficacia de los inhibidores de SRC para el tratamiento del cáncer de mama.
..Susana Calvo

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