Publicado en Con Salud En sus intentos por “desconectarse” del resto del Estado, la Generalitat de Cataluña, a través de la Diputación de Barcelona, intentará que los funcionarios de esta administración, entre ellos los profesionales sanitarios, tributen su IRPF a la Hacienda catalana, con la finalidad de que el dinero se quede en la región y no llegue a la Agencia tributaria española. Así lo denuncia el sindicato de funcionarios CSIF, cuyos representantes catalanes se oponen abiertamente a esta medida. De hecho, desde la organización aseguran estar trabajando ya en un formulario para que los empleados públicos de este departamento puedan dejar constancia por escrito de que desean que su IRPF sea entregado a la Agencia Tributaria española y no a la catalana. Por otra parte, tratarán de evitar “que por una decisión política se les pueda exigir un doble pago del impuesto”.