Cómo combatir el hambre con un tratamiento de pérdida de peso seguro y sin cirugía

Un nuevo y mínimamente invasivo tratamiento, desarrollado por radiólogos intervencionistas, condujo a la pérdida de peso sostenida en personas con obesidad severa, según un estudio presentado en la Reunión Científica Anual de la Sociedad de Radiología Intervencionista de 2016. Los investigadores dijeron que el tratamiento – embolización arterial bariátrica (BAE) – podría ofrecer a las personas una alternativa viable y segura a los tratamientos quirúrgicos para bajar de peso.

Los investigadores realizaron un ensayo clínico piloto de embolización bariátrica de arterias para el tratamiento de la obesidad (“BEAT Obesity”) para evaluar la seguridad y eficacia de la embolización arterial bariátrica, o BAE, como una opción de tratamiento mínimamente invasiva y guiada por imagen para las personas obesas que quieren perder peso.

Estos primeros resultados demuestran que BAE parece ser eficaz para ayudar a los pacientes a perder una cantidad significativa de peso a corto y medio plazo“, dijo Clifford Weiss, MD, FSIR, profesor asociado de radiología y ciencias radiológicas y director de investigación de radiología intervencionista en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. “En comparación con un procedimiento quirúrgico de bypass gástrico, BAE es significativamente menos invasiva y requiere un tiempo de recuperación mucho más corto“.

La BAE se dirige a una parte específica del estómago (al fondo), que produce la gran mayoría de hormona del hambre más potente del cuerpo, llamada grelina y es realizada exclusivamente por los radiólogos intervencionistas, que utilizan la imagen como orientación y catéteres para acceder a los vasos sanguíneos específicos de esta parte del estómago, a través de una pequeña incisión en la piel, ya sea en la ingle o en la muñeca. Después, el médico inyecta perlas microscópicas para disminuir el flujo de sangre a la parte del estómago, suprimiendo de esta manera algunas de las señales de hambre del cuerpo, lo que lleva a la reducción del apetito y pérdida de peso.

Weiss y su equipo reclutaron a siete adultos con obesidad severa, pero por lo demás sanos, con un índice de masa corporal (IMC) de 40 a 60, muy por encima del umbral de obesidad de IMC 30. Los investigadores trabajaron en colaboración con un equipo multidisciplinario que incluyó a médicos especialistas en pérdida de peso, endocrinos, gastroenterólogos y cirujanos. Todos los participantes del estudio se inscribieron en el Centro de Control de Peso Johns Hopkins para que pudieran entender y poner en práctica los cambios críticos de la dieta y el estilo de vida antes y después del procedimiento. Después del tratamiento, los investigadores hicieron un seguimiento de la pérdida de peso de los sujetos, de los niveles de grelina, se evaluó el hambre y la satisfacción, la calidad de vida (mediante encuestas), la presión arterial y reacciones adversas al mes y a los tres y seis meses.

En los primeros siete pacientes, la embolización bariátrica fue segura, sin efectos adversos importantes. Todos los pacientes mostraron una pérdida de peso y una reducción drástica de los niveles de hambre después del procedimiento. Los niveles de grelina tendieron a la baja, y las resultados respecto a la calidad de vida mejoraron.

En el primer mes después de la BAE, los participantes tuvieron una media de pérdida de exceso de peso de un 5,9%. Después de seis meses, la pérdida del exceso de peso de los participantes aumentó a un promedio de un 13,3%.

La obesidad es una enfermedad altamente prevalente, perjudicial y costosa en EE.UU. y en el extranjero“, dijo Weiss. “En la actualidad, las intervenciones para el tratamiento de esta enfermedad incluyen modificaciones del comportamiento, la dieta y el ejercicio, medicamentos y cirugía. Estamos encantados con la promesa de la embolización arterial bariátrica como otra herramienta que los profesionales de la salud pueden ofrecer a los pacientes en el esfuerzo para frenar esta epidemia. Como este estudio aumenta e incluye a más pacientes, seremos capaces de conseguir más información sobre la eficacia de BAE y el papel que la radiología intervencionista puede desempeñar en la lucha contra la obesidad crítica“.

Weiss hizo hincapié en que esta investigación está todavía en sus primeras etapas. Ahora que se ha demostrado la seguridad de este procedimiento, se necesitan más ensayos clínicos para evaluar un mayor número de pacientes con el objetivo de determinar la eficacia y la durabilidad del tratamiento con el tiempo.
..Susana Calvo

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