El peor brote de fiebre amarilla en Angola en los últimos 30 años suma ya 250 muertes de un total de 1.975 casos desde que reapareciera la enfermedad en diciembre, anunció el ministro de Salud, Luís Gomes.
Actualmente existen casos confirmados en 12 de las 18 provincias que forman el país, pero como indica Gomes, se registran casos de personas sospechosas de contagio en las seis restantes.
En el marco del Consejo Consultivo del Ministerio de Salud, que termina hoy, Gomes refirió que el Gobierno asumió el compromiso de financiar los costes de las vacunas que, han permitido inmunizar hasta la fecha seis millones de personas en la capital Luanda, lo que representa una cobertura de 91%.
En la provincia de Huambo están vacunadas 464.300 personas y en la de Benguela otras 627.000, precisó el ministro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) instó esta semana a fortalecer la calidad de la respuesta contra la epidemia de fiebre amarilla que castiga a Angola.
Un comunicado de la agencia especializada de las Naciones Unidas indica que hay una urgente necesidad de fortalecer la calidad de la respuesta al brote en el país, así como aumentar el control de inmunización de los viajeros oriundos de regiones afectadas por la enfermedad.
Ante la inexistencia de un tratamiento específico de cura, salvo la mitigación de sus efectos (insuficiencia hepática, renal o lesión miocárdica en casos agudos), la prevención es básica, y es que depende de vacunas y de evitar la reproducción de los mosquitos.
Se calcula que al año, en el mundo se producen 130.000 casos de fiebre amarilla, enfermedad vírica, aguda, hemorrágica que, transmitida por mosquitos infectados, causan unas 44.000 muertes en países endémicos africanos, donde se registran el 90% de los casos de fiebre amarilla.
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