Una mujer de 49 años se ha convertido en el primer caso en Estados Unidos de infección con una bacteria que es resistente a un antibiótico utilizado como último recurso, algo que en Europa, Canadá y China ya se había hallado en animales y personas, pero no en el país más poderoso del mundo.
Investigadores del centro médico nacional militar Walter Reed, quienes hicieron las pruebas confirmatorias, reportaron el caso de Pennsylvania el pasado jueves 26 mayo en un estudio que aparece en Agentes Antimicrobianos y Quimioterapia, una publicación de la Sociedad Americana de Microbiología.
Tom Frieden, director de los CDC, fue el encargado de revelar la noticia en el National Press Club en Washington.
La paciente que, ya se ha recuperado, había asistido a una clínica militar en Pennsylvania el mes pasado para recibir tratamiento por una infección en el tracto urinario. Los análisis iniciales detectaron la presencia de un tipo raro de infección de la bacteria E. coli, un germen común en el estómago que suele llegar a la vejiga.
“Es el final del camino para los antibióticos, a menos que actuemos con urgencia”, afirma Frieden, y es que los análisis confirmaron que la bacteria es resistente a todos los antibióticos, incluso al agresivo colistina que, es usado por los médicos como última opción, cuando el resto de antibióticos no han tenido efecto
No se ha hecho público si se conoce cómo pudo infectarse la mujer, aunque si se sabe que ésta, durante los últimos cinco meses, no había salido del país.
Tal y como indicó Frieden, los CDC y el departamento de Salud estatal de Pensilvania se movilizaron “inmediatamente” para investigar el caso y determinar si la bacteria se pudo haber extendido entre las personas con quienes estuvo en contacto la mujer. Las autoridades de salud temen que si la resistencia se extiende a otra bacteria, el país pronto puede estar ante gérmenes invulnerables a cualquier antibiótico conocido.
“Básicamente este caso nos muestra que a los antibióticos no les queda mucho recorrido, que es posible que estemos en una situación en la que tenemos pacientes en unidades de cuidado intensivo para los que no tenemos antibiótico”, indicó el director de los CDC.
La colistina, antiguo antibiótico que los médicos prácticamente habían dejado de utilizar en la década de 1970 por sus efectos secundarios, fue retomado cuando otros antibióticos comenzaron a perder efectividad.
Es utilizado para las bacterias que resisten uno de los últimos recursos: antibióticos llamados carbapenémicos. Si esos gérmenes adquieren el gen resistente a la colistina, los médicos podrían no tener más opciones, dijeron las autoridades.
Las autoridades federales dijeron el jueves 26 de mayo que el E. coli resistente a la colistina también fue hallado en un cerdo en Estados Unidos, pero no había ninguna relación con el caso de Pennsylvania.
“Se trata de un hecho peligroso que origina la propagación rápida de la misma -bacteria- incluso en el entorno hospitalario, si no está bien contenida. No obstante, es necesario conocer más acerca de cómo se infectó la paciente y la presencia que tiene esta bacteria tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo”, comenta Gail Cassell, microbiólogo y profesor de la Escuela de Medicina de Harvard.
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