Publicado en Interviú “Se ha vendido como algo fantástico, pero lo cierto es que el día a día aquí es durísimo”. El sanitario que, angustiado, describe la situación que atraviesa la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel (UAAN), ubicada en la planta 22 del Hospital Gómez Ulla de Madrid,la joya de la corona en materia de control y tratamiento de enfermedades infecciosas de alto contagio y alto riesgo biológico –como el ébola–, pide encarecidamente mantener el anonimato para evitar represalias laborales. Lo mismo piden otros compañeros suyos consultados por esta revista. No les falta razón. Apenas unas horas después de que Interviú se pusiera en contacto con el Ministerio de Defensa, del que depende el centro, para contrastar la falta de medios y personal que denuncian los cerca de 50 trabajadores de esa unidad –la mayoría, salvo ocho enfermeros militares, personal civil con contratos eventuales– la amenaza de despido planeó sobre los sanitarios. Una responsable les ha comunicado que, si antes del 30 de junio no se identifica quien ha filtrado información a esta revista sobre las deficiencias en esa planta, todos serán relevados. Defensa no ha respondido a esta revista sobre las cuestiones que le ha planteado. No es la primera vez que el orden y mando se impone en esa planta 22 del Gómez Ulla. Interviú ha hablado con sanitarios que conocen bien el funcionamiento de esa unidad de élite.