Nace la primera asociación de medicina hiperbárica en España

Especialistas en diferentes ámbitos médicos han creado el Instituto Nacional de Medicina Hiperbárica (INMH), la primera asociación científica multidisciplinar para investigar y difundir la medicina hiperbárica en España, una terapia que permite tratar heridas de difícil cicatrización.

La medicina hiperbárica u oxigenoterapia hiperbárica (OHB) es una especialidad médica que consiste en tratar a los pacientes con oxígeno a altas presiones en cámaras hiperbáricas.

El tratamiento se realiza en cámaras selladas en las que el paciente está con oxígeno al 100 por 100 a una presión igual o superior a 1,4 atmósferas, lo que consigue aumentar de manera muy importante la cantidad de oxígeno disuelto en el plasma, facilitar la oxigenación de los tejidos, y mejorar las situaciones críticas en las que la falta de oxígeno esté poniendo en peligro la función celular”, explica la presidenta de INMH, la doctora Clara Beltrán.

Médicos de familia, otorrinolaringólogos, cirujanos vasculares, enfermeras y técnicos, participan en esta asociación que permitirá curar úlceras del pie diabético, quemaduras, infecciones, insuficiencias arteriales y sordera súbita, entre otras indicaciones.

Esta técnica “estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos, así como de colágeno, posee propiedades bactericidas y bacteriostáticas, por lo que mejora todas las enfermedades en la que existe un fenómeno de hipoxia tisular, como los pies diabéticos, las lesiones por aplastamiento, los síndromes compartimentales y otras isquemias traumáticas agudas, las infecciones necrotizantes de tejidos blandos, especialmente la gangrena gaseosa, y las lesiones radioinducidas”, señala la doctora Beltrán.

Otro efecto beneficioso de la medicina hiperbárica es el “estímulo de la formación de células madre” y, además, “es el tratamiento de primera elección en la enfermedad descomprensiva de los buzos, en las embolias gaseosas y en las intoxicaciones por monóxido de carbono”.

Asimismo, en otorrinolaringología “cuenta con un uso cada vez más extendido en el tratamiento de la sordera súbita, al menos con la misma eficacia que los corticoides”, indica la experta. En este sentido, un estudio publicado en la revista Rhinology señalaba que esta medicina “puede jugar un papel en el tratamiento de las disfunciones olfatorias que sufren los pacientes diabéticos con neuropatías olfatorias”.

Respecto a las úlceras diabéticas, se ha comprobado que esta terapia ayuda a un control mejor de la infección debido a la producción de colágeno y el freno de la hipoxia.

Por último, “cada vez se realizan más trabajos experimentales, y existen publicaciones que hacen referencia a su efecto inmunomodulado y a su capacidad de mejorar el rendimiento físico y psíquico, y es frecuente su empleo como tratamiento coadyuvante en patologías como el autismo o la encefalopatía post anóxica”, concluye la doctora.
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