Un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Science pone de manifiesto la estrecha relación causa/efecto existente entre la malnutrición y la flora intestinal, relación que, entre otras cosas puede tener “consecuencias severas para el desarrollo intelectual, inmunológico y del esqueleto” de los niños.
El estudio que, ha sido desarrollado por un grupo de investigadores de la Escuela Washington de Medicina de San Luis (Estados Unidos), destaca que la malnutrición aguda afecta a más de 50 millones de niños en todo el mundo, un dato que deja entrever las consecuencias “severas” que puede tener en su desarrollo.
“Cada vez tenemos más pruebas de que una flora intestinal dañada puede jugar un papel clave en detrimento del desarrollo intelectual, inmunológico y del esqueleto de los niños”, indican los investigadores que, añaden que “se ha demostrado que la flora intestinal alterada está vinculada al sistema inmune mucoso y a la sensibilidad de las hormonas del crecimiento”.
Entre los informes anteriores a este estudio, y al que los investigadores señalan como referencia importante, está un estudio que halló que los niños de Malawi que sufren malnutrición presentan una flora intestinal “inmadura” en relación a la de otros niños de su misma edad sanos. En este sentido, “definir qué constituye una flora intestinal sana, también entre los distintos grupos demográficos, es importante”, afirman los autores de la investigación.
En el estudio, al trasplantar esta flora “inmadura” a ratones libres de gérmenes, los investigadores encontraron que los roedores perdían masa corporal de forma significativa, además de que se alteraba el crecimiento de sus huesos y se producían anormalidades metabólicas.
Todo estos efectos ocurrieron pese al hecho de que los ratones en sí mismos no sufrían malnutrición, lo que para los científicos sugiere la idea de que “la flora anormal se encuentra detrás de estos síntomas” concluye el informe publicado en Science.
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