Publicado en Redacción Médica Finalmente, los británicos han votado sí a su salida de la Unión Europea, lo que supone un hecho sin precedentes que traerá incertidumbre y cuyas primeras consecuencias ya se han hecho notar en las bolsas de los distintos países. El derecho a abandonar la Unión Europea por parte de Reino Unido se recoge en el artículo 50 del Tratado de la Unión, que, estipula que: “todo Estado miembro podrá decidir, de conformidad con sus normas constitucionales, retirarse de la Unión”. Para ello, Reino Unido deberá notificar su intención al Consejo Europeo. La Unión Europea, a la luz de las orientaciones del Consejo Europeo, negociará y celebrará con Reino Unido un acuerdo que establecerá la forma de su retirada, teniendo en cuenta el marco de sus relaciones futuras con la Unión. Este acuerdo se negociará con arreglo al apartado 3 del artículo 218 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. No cabe duda, de que esta decisión tendrá una enorme repercusión en el ámbito sanitario y que, en mayor o menor medida (esperemos que esta última), afectará a los distintos agentes que integran el sector, repercutiendo inevitablemente en su destinatario final, el paciente.