Un programa español de identidad genética lleva 10 años dando la batalla científica contra el tráfico de personas

Hace 10 años, se puso en marcha un programa español de identidad genética, pionero en el mundo, para llevar a cabo la batalla científica contra el tráfico de personas que, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alcanza a 2,5 millones de hombres, mujeres y especialmente niños.

El tráfico mundial de niños para adopción ilegal, prostitución y explotación sexual, trabajos forzados y semi-esclavitud, el uso de niños-soldado, delincuencia y circunstancias similares es un grave problema de preocupación internacional que se ha convertido en una pandemia.

Más de 160 países están afectados por este problema. La mayoría de las víctimas tienen entre 18 y 24 años y el 95% de ellas han sufrido violencia física o sexual. En cuanto a los niños, cada año, se estima en 1,2 millones de niños las víctimas de tráfico de personas.

Hace una década el Dr. José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal experto colaborador del FBI de EEUU, de la Guardia Civil y la Policía españolas en temas de ADN, puso en marcha el programa de investigación genética DNA-

Prokids, desarrollado en el Laboratorio de Identificación Genética del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Granada.

Hoy, su creador ha hecho balance del trabajo llevado a cabo durante estos años. En la sede de la Organización Médica Colegial, corporación médica colaboradora en la difusión, desarrollo y extensión del Programa desde hace años, el Dr. Lorente y el presidente de la OMC, Dr. Juan José Rodriguez Sendin, han puesto sobre la mesa los logros de un programa pionero en el mundo que debería formar parte de la llamada “Marca España”, pero que ni siquiera los sucesivos Gobiernos lo han hecho suyo, a excepción de los apoyos de la Junta de Andalucía.

Resultados
Una década desde su puesta en marcha, este proyecto español de innovación genética, es una realidad en 16 países, entre ellos, Brasil donde hay 300.000 niños desaparecidos o en India, donde cada año desaparecen 130.000 niños que caen en manos de mafias de tráfico de personas para explotación laboral, prostitución, uso de niños soldados, adopciones ilegales o tráfico de órganos.

Este grave problema que afecta a todo el mundo, también está presente en Europa, donde se ha agudizado con la llegada de refugiados y la desaparición de 10.000 niños a los que se ha perdido la pista al llegar al continente, según estimaciones de la Oficina Europea de Policía (Europol).

DNA-Prokids realiza la identidad genética de los niños en adopción para confrontarlos con el de sus padres y también la identidad genética de personas que denuncian la desaparición de sus familiares. Todo ello lo hace a través de un sencillo kit incluido en un sobre donde se recogen muestras genéticas –un mechón de pelo o unas gotas saliva- que bastan para comparar el código genético de los niños perdidos y compararlo con sus familiares en el Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada.

Desde su implantación, se han realizado más de 9.100 muestras genéticas; se han conseguido más de 700 identificaciones positivas, es decir, se ha logrado reunir a estos niños con sus padres mediante pruebas de ADN. Y se han evitado más de 300 adopciones ilegales.

Donde mayores problemas de tráfico de personas se detectan en Centroamérica es en Guatemala, Honduras, Bolivia, México, Brasil y Perú. Este mismo mes, el Dr. Lorente mantuvo una reunión con la primera dama de Honduras, Ana Rosalinda Garcia, interesada por este programa DNA-Prokids ante la creciente trata y tráfico de personas, especialmente niños y niñas que viven atrapados en redes proxenetas, a pesar de las duras leyes implantadas por el Gobierno hondureño contra el tráfico de personas.

En el continente asiático, son India, Nepal, Birmania y Bangladesh los países más afectados por esta trata de personas, secuestradas en manos de mafias, que las someten a todo tipo de abusos y flagrantes violaciones de los derechos humanos.

En Europa, también existe un grave problema de tráfico de personas que llegan a Grecia de Siria, Irak y Afganistán, y de las que llegan a Italia de Sudán, Eritrea, Somalia, Senegal, Gambia, Guinea, Ghana, Costa de Marfil, Nigeria, Malí y Camerún. España no es ajena a este problema con personas que llegan de Marruecos, Argelia, Sierra Leona, Ghana y Camerún y entran por Ceuta y Melilla, ciudad esta última que asumió el programa DNA-Prokids para identificar a menores y lactantes inmigrantes que llegan a la ciudad, en ocasiones, a través de mafias de tráfico de menores.

La ausencia de identificación adecuada y la dificultad o imposibilidad en ocasiones para conocer el origen de los menores facilita el tráfico de estas personas. Por lo que es preciso el uso de toda la tecnología disponible, como esta de DNA-Prokids, y sentar las bases de una estrategia para hacer frente a este problema que incluya la identificación genética obligatoria, regulada por ley, para adopciones, viajes sin familia, exilios, migraciones masivas y situaciones similares de riesgo. Así como facilitar la cooperación internacional.

Países en los que está implantado DNA Prokids
Bolivia, Brasil, Ecuador, El Salvador, España, Filipinas, Guatemala, Honduras, Indonesia, Malasia, México, Nepal, Paraguay, Perú, Sri Lanka, Tailandia.

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