Detector de coagulación de la sangre puede ayudar a controlar el riesgo de ictus

Investigadores de la Universidad Médica y Dental de Tokio (TMDU) han demostrado que un analizador recientemente desarrollado para medir la coagulabilidad de la sangre tiene la sensibilidad para detectar la hipercoagulabilidad asociada al riesgo de ictus en pacientes sin fibrilación auricular.

La fibrilación auricular (FA) provoca un ritmo cardíaco irregular y, a veces rápido, y es un factor de riesgo común para sufrir un accidente cerebrovascular. Para estimar este riesgo en pacientes con FA y determinar la necesidad de un tratamiento anticoagulante, se utiliza la puntuación predictiva CHADS2. Debido a que algunos de los aspectos de esta puntuación también se asocian con el riesgo de aterosclerosis y el aumento de la coagulabilidad de la sangre, se ha considerado que una puntuación más alta está vinculada a la hipercoagulabilidad (una mayor tendencia a la coagulación de la sangre), tanto en pacientes con y sin AF. Sin embargo, esta asociación no se ha investigado a fondo, en parte debido a la falta de un medio sensible de detección. Un equipo de investigación de TMDU utilizó una técnica altamente sensible para medir pequeños cambios en la coagulación de la sangre, y observaron altas puntuaciones CHADS2 de hipercoagulabilidad en pacientes sin AF. El estudio ha sido publicado recientemente en PLoS ONE.

Varios factores físicos y químicos afectan a la coagulación de la sangre, algunos de los cuales se pueden medir con el tiempo para determinar la coagulabilidad de la sangre y la probabilidad de formación de coágulos. La coagulometría dieléctrica (DBCM) es una prueba desarrollada recientemente que mide los cambios en la permitividad dieléctrica de toda la sangre, describiendo la aglutinación de los glóbulos rojos. Los investigadores utilizaron la DBCM para detectar cambios en la permitividad dieléctrica de toda la sangre con 10 MHz. Las comparaciones entre la sangre no tratada y tratada con heparina (un anticoagulante) o un factor tisular (un acelerador de la coagulación sanguínea) derivaron en un índice de coagulabilidad.

Se calculó el final del tiempo de aceleración (EAT) como un índice de la coagulabilidad a partir de los cambios temporales en la permitividad dieléctrica“, dice el coautor Satomi Hamada. “Este valor se redujo cuando se añadió el factor tisular, y aumentó cuando estuvo presente la heparina. También fue lo suficientemente sensible para detectar pequeños cambios en la coagulabilidad, en particular en la hipercoagulabilidad“. El EAT también aporta una alta reproducibilidad y fiabilidad.

Los investigadores observaron que los pacientes que reciben warfarina tenían un EAT significativamente mayor que los que no, lo que confirma el efecto anticoagulante. También demostraron que los pacientes con una alta puntuación CHADS2 tenían un EAT significativamente más bajo que representaba hipercoagulabilidad, en comparación con los pacientes con puntuaciones CHADS2 inferiores. “Curiosamente, el índice EAT varió considerablemente en pacientes con puntuaciones CHADS2 de 0 ó 1“, dice el autor principal Yuki Hasegawa. “Esto sugiere que la DBCM puede identificar un alto riesgo de trombosis incluso en pacientes con bajas puntuaciones CHADS2“.
..Susana Calvo

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