Publicado en Libertad Digital El presidente socialista de la Generalidad Valenciana ha anunciado en el parlamento regional que el Hospital público de Alcira dejará de ser gestionado por una compañía concesionaria privada y pasará a ser gestionado de forma directa, es decir, por funcionarios públicos. Ocurrirá en 2018, cuando concluya el actual plazo de concesión, y detrás de Alcira vendrán los demás hospitales públicos de gestión privada que funcionan desde hace casi veinte años en la Comunidad Valenciana. Es decir, la única reforma que la izquierda española propone en el sistema público de salud es volver al pasado, al vetusto sistema de empleados públicos con el puesto asegurado de por vida, de sindicatos campando a sus anchas por los hospitales, y de gasto público que crece no para proporcionar mayor salud, sino para dar más comodidad a los que administran el presupuesto público.