Hasta un 75% de los pacientes con daño cerebral adquirido podría volver a caminar gracias a los tratamientos de rehabilitación y medicina física que se emplean en este tipo de casos, y es que así lo asegura la vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), Susana Moraleda, con motivo de la celebración, hoy 26 de octubre del Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido.
Ahora bien, para poder hablar de una recuperación total o, al menos, parcial de la función motriz, hay que tener en cuanto ciertas variables, como son la edad, el grado de complejidad de las secuelas y el nivel previo de independencia que tenía la persona antes de producirse la lesión cerebral. Asimismo, los índices de recuperación son mayores cuando los tratamientos se empiezan de forma precoz y son más intensivos.
Según los últimos datos epidemiológicos, en España viven unas 420.000 personas con daño cerebral y el 90% presenta secuelas, de los cuales el 78% de los casos se debe a ictus y el 22% restante se han originado por traumatismos craneoenfecálicos u otras causas, fundamentalmente por anoxia (falta de aporte oxígeno al cerebro).
Al respecto, la experta destaca la importancia de los procesos de rehabilitación de pacientes con daño cerebral dada la alta discapacidad que genera en los afectados debido a sus secuelas. “Según la Base de datos Estatal de personas con Discapacidad (BDED), casi 3/4 partes (más del 68%) de los afectados por daño cerebral han sido reconocidos oficialmente con un grado de discapacidad por las secuelas”, indica.
Las secuelas del daño cerebral, prosigue, son múltiples y, en función de la gravedad y de la zona afectada, se pueden manifestar de diversa índole, como en trastornos de la movilidad y de la sensibilidad, problemas de comunicación, déficits cognitivos y alternaciones emocionales y de la conducta. De hecho, el 89% de los pacientes presenta alguna discapacidad para realizar alguna de las actividades básica de la vida diaria
Importancia de la rehabilitación para integrar al paciente en el entorno que le rodea
Para el tratamiento de los pacientes con daño cerebral adquirido, es la especialidad médica de Rehabilitación y Medicina Física la que dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) se postula como la especialidad que garantiza el tratamiento más eficaz para mejorar la discapacidad, y por ende la calidad de vida de estas personas afectadas que han visto alteradas sus funciones motores y sensitivas.
“La rehabilitación tiene como meta la integración en el entorno, social, laboral, familiar y escolar de los pacientes que necesitan de un proceso de rehabilitación”, afirma Moraleda. En el caso del daño cerebral, prosigue, “el objetivo es que las personas sean lo más independientes posibles y tengan el mayor nivel de funcionalidad posible, dentro de las limitaciones que produce la lesión”.
En este contexto, la también portavoz de SERMEF aclara que la rehabilitación no consigue que no haya secuelas, sino minimizar el impacto de estas al máximo. Una vez asumido que con seguridad va a haber un cierto grado de secuelas, lo que se pretende es que la persona tenga el mayor nivel de independencia posible y para ello se usan “todos” los tratamientos que la especialidad médica de Medicina Física y Rehabilitación pone al alcance de los afectados.
Como indica la Dra. Moraleda, el tratamiento siempre se basa en el concepto de plasticidad cerebral. “Se desconoce esta realidad porque coloquialmente se habla de gimnasia y en realidad el tratamiento rehabilitador es un proceso terapéutico que se basa en una evidencia científica”. Se trata de una terapia basada en la plasticidad cerebral, que es la capacidad del cerebro de cambiar conexiones entre neuronas para facilitar el aprendizaje motor durante la fase de recuperación espontánea. “Creamos nuevas conexiones a través de la repetición de movimientos en la zona afectada y esto tiene evidencia científica. La neuronas no van a volver a crecer pero otras pueden hacer la función de las lesionadas, al menos parcialmente”, concluye.
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