El informe Health Care & Long-Term Care Systems realizado por la Comisión Europea asegura que la presión sobre el sistema sanitario español subirá en los próximos años por el envejecimiento de la población y su consiguiente efecto en el aumento del número de enfermos crónicos. Debido al elevado nivel de deuda pública los riesgos para España son altos a medio plazo (sobre 2026) asegurando que el gasto sanitario tendrá que subir entre 1 y 2 puntos del PIB.
Mejorar tanto las listas de espera como el gasto farmacéutico son parte de las principales mejoras que el informe menciona, y las considera “desafíos”. Específicamente pide el impulso de la penetración de los medicamentos genéricos y la mejora de la transparencia del gasto farmacéutico hospitalario. Pero lo que más destaca es realizar una transición de un modelo orientado a los enfermos agudos a un modelo basado en las enfermedades crónicas.
Es necesario un cambio cultural que permita aumentar la productividad del sector de la salud con el fin de reducir las listas de espera y de hacer frente a las expectativas del paciente, indica el informe. Se trata de pasar a un modelo centrado en el usuario, con una estructura de prestaciones esencialmente pública.
Los autores también critican, como en el resto de Europa, la escasa atención a una fuerza laboral que envejece y necesita renovación mediante la promoción de la educación médica y la calidad, mencionando la regulación de los salarios para los profesionales y la realización de un trabajo más eficiente, incluyendo la posibilidad de ampliar el papel de la enfermería en la prestación de servicios.
A pesar de que España ha dado pasos significativos para establecer un sistema de asistencia social para dar una cobertura global a toda la población, se enfrenta a varios retos globales esenciales que en el informe definen, destacando algunos como:
La mejora de la estructura de gobierno en el ámbito sanitario
- Establecer un marco jurídico que delimite claramente el alcance de las responsabilidades de las autoridades estatales con respecto a la prestación de servicios de atención a largo plazo, utilizando tanto la financiación pública como la privada para enfrentarse al nuevo reto de pacientes crónicos
- Establecer buenas plataformas de información para pacientes y proveedores de cuidados de larga duración
- Compartir datos dentro de las administraciones gubernamentales para facilitar la gestión de las interacciones potenciales entre la financiación del cuidado de los enfermos crónicos.
- Establecer medidas específicas impositivas para programas sociosanitarios
Mejora de los acuerdos de financiación sanitaria
- Explorar el potencial de la sanidad privada para enfermos crónicos compartiendo costes.
- Realizar acuerdos de pre-financiación para futuras obligaciones relacionadas con la cronicidad.
Mejorar las inversiones sanitarias
- Invertir en dispositivos asistenciales que, por ejemplo, faciliten el autocuidado, el enfoque en el paciente y la coordinación entre los servicios de salud y la atención al paciente
- Invertir en las TIC como una importante fuente de información, gestión de la atención y coordinación.
..Alfonso González