Cristina Contel: Tenemos una de las mejores sanidades del mundo porque la pública y la privada comparten los mismos profesionales

ASPE se ha convertido en una importante referencia para el desarrollo de la sanidad y de la colaboración público-privada. La mejor manera que tiene su presidenta, Cristina Contel, de ayudar al desarrollo de su sector es mostrar los parámetros de satisfacción de los pacientes y su grado de satisfacción. Ha atendido a iSanidad. Lo mejor de la Sanidad para dar su visión de la realidad actual.

Parece que apoyar la colaboración público-privada es una política de derechas, y rechazarla es de izquierdas, ¿cómo se puede sacar este tema del debate político?
Con datos. Desde ASPE siempre hemos reivindicado el grave perjuicio que supone la politización de la sanidad para el conjunto de la sociedad, así como la necesidad de que ésta se gestione sin interferencias ideológicas, de forma independiente en sus distintas fases (financiación, provisión y aseguramiento) y con transparencia.

Atendiendo a su objetivo principal que no es otro que el de proporcionar la mejor prestación asistencial al ciudadano, con las máximas garantías de calidad y seguridad para el paciente, y, todo ello, en términos de eficiencia y coste-efectividad para lograr la sostenibilidad del sistema.

Necesitamos parámetros objetivables, indicadores y datos medibles que nos permitan saber si estamos en el buen camino, si lo hacemos bien y si podemos pagar lo que hacemos, y para ello no podemos basarnos en apreciaciones ideológicas ni estigmas que no responden a la realidad actual. Respecto del sector público históricamente hemos venido disponiendo de datos y no así en la privada. No obstante, desde su nacimiento, el IDIS nos brinda diferentes estudios donde los resultados del sector sanitario privado español se analizan en detalle, con rigor y transparencia, y es a los resultados en ambos sectores a los que tenemos que atender.

La Salud no es de izquierdas ni de derechas, ni es pública o privada, sino un derecho esencial y constitucionalmente protegido (art. 43 CE), que compete garantizar a los poderes públicos – como conjunto coordinado de Servicios de Salud de la Administración del Estado y de las Comunidades Autónomas – con independencia de la ideología que impere en cada momento y con independencia de la titularidad del ente provisor.

Para cumplir con esta encomienda se requiere de presupuestos suficientes, y, a la vista de los datos de que disponemos por parte de ambos sectores, público y privado, en términos de resultados en salud, económicos y de satisfacción de la ciudadanía, del establecimiento de estrategias de colaboración entre todos los agentes y recursos sanitarios existentes en el territorio nacional.

La futura sostenibilidad del sistema sanitario está en duda, ¿qué aporta la sanidad privada a este futuro SNS que hay que preparar urgentemente?
En España hay 450 hospitales privados, con más de 52.000 camas y 9,3 millones de personas que tienen un seguro privado de salud. Son casi 10 millones de personas las que no acuden o no siempre acuden a los centros públicos, por lo que estos contribuyen, de forma muy significativa, a disminuir la presión asistencial del sistema público y a que no aumenten más las listas de espera.

La sanidad privada crea empleo de forma directa e indirecta y con una tendencia alcista, da empleo a más de 250.000 personas en nuestro país; Representa el 3,2% de nuestro PIB; Genera riqueza con la inversión de recursos privados para la efectiva prestación de un servicio público, y, es determinante en el desarrollo de la innovación, investigación científica y tecnológica, así como en el desarrollo de modelos de gestión; Campos, todos ellos, en los que los centros sanitarios privados se han volcado en los últimos años para adaptarse a las nuevas necesidades demandadas por nuestra ciudadanía, extensible también al ámbito de integración de los cuidados sanitarios y sociales, con un espacio sociosanitario abanderado principalmente por la apuesta privada.

En definitiva y con datos encima la mesa, la sanidad privada es una “cooperadora necesaria” e imprescindible para el sostenimiento y la viabilidad de nuestro Sistema Nacional de Salud; papel reivindicado desde el máximo respecto a la provisión pública y con el ofrecimiento de una colaboración y participación activa que permita hacer de nuestro SNS un sistema sanitario de futuro y con futuro.

ASPE tiene una presencia imparable en todo el ámbito politicosanitario, ¿cuál es su objetivo y quién lo impulsa?
La labor principal de ASPE se circunscribe en la defensa de los derechos e intereses de nuestros asociados, esto es, de la provisión sanitaria privada española qué, en sus diferentes fórmulas y dimensiones, se ha unido para su puesta en valor y protección frente a cualquier tercero o estamento, tanto a nivel nacional como internacional o autonómico.

Para ASPE es esencial dar a conocer a la sociedad española la importancia del sector sanitario privado como sector productivo y generador de empleo, así como su papel esencial en la sostenibilidad del SNS.

Para cumplir estos objetivos contamos con una Junta Directiva muy implicada, en la que están representados todos los territorios y diferentes tipologías de centros; con nuestro gran equipo de profesionales, y, con todos los asociados que, gracias a su trabajo y a la gran calidad del servicio que ofrecen a sus pacientes, constituyen la proyección de nuestro sector.

¿Cuál es el secreto de que haya gente dispuesta a pagar más por una asistencia privada si ya se paga por la pública? Si la sanidad pública fuese 100% eficiente, ¿existiría la sanidad privada?
El secreto, a mi modo de ver, es la gran satisfacción que generan, en una parte muy importante de nuestra población, los servicios asistenciales que ofrecen los centros sanitarios privados. Y es en aras a esta satisfacción que este contingente está predispuesto a pagar una doble cobertura, atendiendo a diferentes prioridades como la agilidad, la rapidez y/o la especialización, que son características muy valoradas por los usuarios. Cabe asimismo resaltar que la sanidad privada posee, por su propia flexibilidad y estructura, una capacidad de adaptación a las necesidades de los pacientes que difícilmente puede encontrarse en la sanidad pública, que debe atender otras prioridades.

Personalmente, creo que la existencia de la sanidad privada es independiente de la sanidad pública, y, de que existiría igualmente si la sanidad pública, como usted sugiere, fuera 100% eficiente. Afortunadamente, existe la bondad de la “diversidad” y no todos somos iguales, ni queremos o preferimos las mismas cosas, de ahí que todo y todos tengamos nuestro espacio. Dicho lo cual, en mi opinión, y por coherencia con lo que he manifestado al afirmar que la salud no es ni de izquierdas ni de derechas, ni privada ni pública, tengo la convicción de que la salud es única, y sus sectores, público y privado, son vasos comunicantes, por lo que sufren los mismos envites ante una crisis o adversidad y la misma suerte o fortuna en tiempos de bonanza.

Y si en España tenemos una de las mejores sanidades del mundo y es un referente a nivel mundial, es porque la pública y la privada, que comparten profesionales y denominadores comunes, trabajan más que bien para que así sea. Y ello, a pesar de la confrontación que se pretende sembrar desde distintos estamentos. Y para mantener esta excelencia en momentos tan difíciles como el presente, debemos trabajar codo con codo, porque a la postre compartimos intereses y objetivos, el proporcionar la mejor asistencia sanitaria a nuestra población.
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