Publicado en Con Salud Pese a que, según un estudio de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic), los médicos de familia que trabajan en zonas rurales tienen mayor reconocimiento social y sufren menos estrés que los que trabajan en las ciudades, lo cierto es que, en diversas comunidades autónomas, la escasez de profesionales que quieran irse a zonas dispersas a trabajar está generando un quebradero de cabeza a las administraciones. Tal es el caso del Centro de Salud de Puebla de Sanabria, en Zamora donde, como ha reconocido la administración, no logran contratar a cinco médicos para cubrir las vacantes en el centro, y no descartan tener que buscarlos fuera de la región, como recoge La Opinión de Zamora. Esta falta de atractivo de las zonas rurales también ha sido reconocida por el propio consejero de Sanidad autonómico, Antonio María Sáez Aguado, que ya trabaja en crear incentivos (incluidos los económicos), para los facultativos que acepten ir a trabajar a zonas dispersas y rurales. Lo mismo ocurre en la comunidad de Aragón donde, incluso, el Ejecutivo se plantea ofrecer contratos a médicos extranjeros no comunitarios cuando se agoten las bolsas de empleo temporal.