Publicado en Con Salud La Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) han denunciado que el Ministerio de Sanidad desoye sus recomendaciones (y “las numerosas evidencias científicas”) a la hora de establecer el uso de los nuevos anticoagluantes orales de acción directa (NACO) para el tratamiento para prevenir ictus y embolia en pacientes con arritmias. Y es que, según señalan ambas sociedades científicas, los antagonistas de la vitamina K (generalmente el Sintrom) han sido durante décadas la única opción disponible para la terapia anticoagulante oral en la prevención de las complicaciones tromboembólicas de la fibrilación auricular (la arritmia cardíaca más frecuente). Si bien, diversos estudios demuestran que existen alternativas más eficaces para este tipo de pacientes gracias a la aparición de los nuevos anticoagulantes orales de acción directa (dabigatran, rivaroxaban, apixaban y edoxaban), “que no requieren monitorización del paciente y han logrado mejorar la prevención del ictus y de la embolia sistémica con un mejor perfil de seguridad”. Se trata, así, de unos beneficios “nada desdeñables” para el 8,5% de la población mayor de 60 años que sufre fibrilación auricular en España (unas 912.000 personas).