Seis meses después de su última operación, Samira quiere vivir su nueva vida

El pasado dos de junio, Samira Benhar, una marroquí de 38 años, comparecía ante los medios de comunicación para contar su historia, o mejor dicho, para contar su milagro y, junto a ella, el artífice de ese milagro, el cirujano Pedro Cavadas que, en 2009 realizó el primer trasplante de cara en España, y el primero en el mundo con mandíbula y lengua.

Tras haberse sometido a tres intervenciones quirúrgicas en España en menos de un año para reconstruir su rostro deformado por una enfermedad genética (una neurofibromatosis tipo I muy severa), Samira pronunciaba estas palabras: “me siento nacida de nuevo”.

Su calvario comenzaba hace algo más de un año, cuando esa patología genética, ya no solamente la estaba dañando físicamente, sino también psicológicamente, y es que además de padecer el rechazo social, también tenía el de su esposo, con el que tiene dos hijos.

Casi un año de tratamiento fue necesario para reconstruir su rostro; un periodo de tiempo en el que le han realizado en el Hospital de Manises (Valencia) tres intervenciones. La primera fue en junio de 2015 para quitarle gran parte del neurofibroma, un tumor benigno de gran tamaño que tenía en el lado derecho de la cara. Cuatro meses después de nuevo sería intervenida para quitarle el resto, que estaba ubicado en la zona del ojo, donde a finales de mayo se le colocó una prótesis ocular de cristal para mejorar su aspecto.

Un encuentro casual con una mujer en un parque de Casablanca le cambiaría la vida
Una mujer vio a Samira en 2011 en un parque de Casablanca (Marruecos) y le preguntó por qué estaba en esa situación. “Me preguntó y yo le conté, me pidió una foto y se la llevé, y las últimas palabras que me dijo fueron: ‘No me comprometo a nada pero me voy a esforzar por ayudarte”.

Esta mujer que, casualmente también se llama Samira y tiene una hermana farmaceútica en Valencia, cumplió su palabra y a través de la Fundación Adra y junto al Centro Islámico de Valencia, se encargó de tramitar la documentación necesaria para que Samira Benhar viajara a España y pudiera ser tratada.

Desde ese instante se inició “un círculo de gente colaboradora” para su tratamiento. “Este tipo de situaciones hay que atenderlas si se puede”, indica Cavadas, que accedió de manera altruista a hacerse cargo del caso.

Seis meses después de su última intervención, en principio no se someterá a ninguna más

Desde su última intervención, El Español ha sido el único medio del país con el que Samira Benhar ha realizado una entrevista.
Como recoge el citado medio, mañana miércoles, será recibida de nuevo para una revisión por el doctor Cavadas en Valencia, ciudad en la que Samira ha vivido este último año acogida en la casa de la “otra” Samira que conoció en un parque en Casablanca.

Como indica Manuel Pastor, presidente de la Fundación Adra y que ha gestionado las distintas operaciones de Samira en España, con los 5.000 euros que la fundación ha entregado a Samira quiere montar una pequeña tienda de ropa en Casablanca, aunque ella no niega el deseo de encontrar trabajo en Valencia y quedarse a vivir con sus dos hijos.
..Emilio Ramirez

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