Ante una nueva sentencia que condena a un protésico dental de Valencia, el Consejo de Dentistas defiende el endurecimiento de las penas por intrusismo para que sean realmente disuasorias.
El Juzgado de lo Penal número 8 de Valencia condenaba recientemente por un delito de intrusismo profesional a un protésico dental por tratar pacientes como dentista en su clínica del barrio de Patraix de Valencia. Como informaba en un comunicado el Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia (ICOEV), el propietario de esta clínica, G. J. Q., fue descubierto y denunciado por la institución colegial tras recibir varios testimonios.
Según recoge la sentencia, el acusado negó los hechos argumentado que solamente ejercía funciones de gerente y de financiación, pero tanto los testimonios de los pacientes, como la investigación realizada por el Colegio de Odontólogos contradijeron dicha versión, según el comunicado.
En la sentencia se consideran probados los hechos y se le condena a una multa de 2.880 euros y al pago de las costas procesales por la comisión de un delito de intrusismo profesional recogido en el artículo 403 del Código Penal.
Tras esta nueva sentencia, el Consejo General de Dentistas vuelve a insistir en la importancia de endurecer las penas por delitos por intrusismo profesional. “Este tipo de delitos suponen un grave riesgo para la salud de la población ya que un protésico dental no tiene ni las competencias ni los conocimientos para atender a pacientes. Sin embargo, las penas que hay establecidas para este tipo de delitos son demasiado leves por lo que desde el Consejo General de Dentistas defendemos que deberían endurecerse seriamente para que sean realmente disuasorias”, afirma el presidente del Consejo General, Óscar Castro.
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