Las alternativas al cigarrillo convencional, a nivel médico no existe evidencia científica como para recomendarlas para dejar de fumar

Cualquier producto relacionado con el tabaco es “potencialmente” perjudicial para la salud, ya sean cigarros convencionales como electrónicos, incandescentes o tabaco de liar, y es que así lo recuerda el neumólogo y director del Programa de Investigación Integrada en Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Carlos Jiménez.

El tabaquismo se mantiene como la primera causa de muerte evitable en España. El consumo también supone el mayor factor de riesgo de contraer cáncer de pulmón”, afirma.

Entre el 85 y el 90% de los casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) son atribuibles al tabaco, siendo esta enfermedad la cuarta causa de mortalidad en España, por ello, como indica Jiménez, “hay que tener claro que todos los productos relacionados con el tabaco son dañinos para la salud”.

Dado el escenario actual resulta imprescindible y totalmente necesario aumentar el número de campañas de prevención y concienciación del potencial riesgo que supone consumir tabaco en cualquiera de sus múltiples formatos”, prosigue.

Para detectar la EPOC, el experto, aconseja que todo fumador mayor de 40 años con problemas respiratorios debería visitar a su neumólogo y realizarse una espirometría, la prueba “más eficaz”.

El único tratamiento verdaderamente efectivo contra esta enfermedad es dejar de fumar. A pesar de existir fármacos que ayudan a abandonar el hábito, estos no están financiados, lo que dificulta y reduce las posibilidades de combatir de esta enfermedad de alta prevalencia en España”, indica el neumólogo y coordinador del Año SEPAR 2015-2016 de la EPOC y el Tabaco, Juan Antonio Riesco. De hecho, según un estudio llevado a cabo por SEPAR, financiar los tratamientos para dejar de fumar, aunque solamente fuera en pacientes con EPOC, haría que un mayor número de fumadores con esta patología dejaría el tabaco y se produciría un “importante ahorro” económico del gasto social y sanitario, cuya estimación a los cinco años superaría los cuatro millones de euros.

Las alternativas al cigarrillo convencional, “a nivel médico no existe evidencia científica suficiente como para recomendar como métodos seguros y eficaces para dejar de fumar”, concluye el doctor Jiménez.

Según una investigación en conjunto realizada por el Instituto Wellcome Trust Sanger en Birmingham (Reino Unido) y el Laboratorio Nacional de Los Álamos (Estados Unidos), una persona que consume un paquete de cigarrillos al día y durante un año, puede provocar unas 150 mutaciones en cada célula de sus pulmones.

España en 2012 alcanzó su pico más alto de mortalidad por tabaquismo con 60.456 fallecimientos, que representaron el 15,23 % de las muertes registradas en todo el país, lo que significó que durante ese año cada día morían por fumar en España casi 166 personas, de las cuales 44 eran mujeres. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco, al año, mata a casi seis millones de personas, de las que más de cinco millones son consumidores del producto y más de 600.000 son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno.
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