Diagnóstico y tratamiento para el Hospital de la Ribera

El Hospital de La Ribera ha tenido, desde su puesta en marcha, no solo que preocuparse de atender sanitariamente a la población. Tiene, desde entonces, que librar otras batallas en el ámbito del debate ideológico. Una beligerancia entre políticos que está muy alejada de la preocupación real de los usuarios.

Aún recuerdo aquella situación lamentable, en el acto de presentación de la maqueta del ahora Hospital Universitario, donde algunos sindicalistas intentaron golpear al entonces Conseller Joaquín Farnós. Recuerdo también las mentiras con las que intentaron poner a la gente en contra del proyecto, llegando incluso a insinuar que tendríamos que hacer algún tipo de copago por su uso.

Los años y la tozuda realidad disiparon cualquier inquietud que hubiese entre los vecinos y vecinas de La Ribera. Por cierto, éramos la única comarca sin hospital, después de muchos años de gobierno socialista. Un hecho incontestable para vergüenza de los que ahora tanto dicen preocuparse por la sanidad de Alzira y toda el área de salud.

Es probable, por tanto, que la mayoría de los que están leyendo este artículo de opinión no entienda lo que suponía para miles de habitantes tener que perder a sus familiares durante el trayecto a Valencia por un infarto o cualquier otra dolencia en la que el tiempo es crucial. No sepan, como sabemos nosotros, lo que supone estar semanas acompañando a familiares hospitalizados fuera de tu ciudad.

Esto sucedía bajo gobiernos de izquierdas, pero claro, entonces muchos de los que ahora se erigen en puristas de modelos de gestión sanitaria callaban o protestaban con la boca pequeña. Eso sí, la mayor intensidad de movilización, con banderas en alto, tenía que hacerse cuando a los contribuyentes de Alzira, Algemesí, Carlet, LAlcúdia, Carcaixent y tantos municipios de La ribera el Partido Popular nos buscó un solución que ponía fin a tan injusta circunstancia.

Porque fue gobernando el PP cuando conseguimos por fin el históricamente reivindicado hospital comarcal y fue gobernando el PP cuando tuvimos en Alzira un segundo Centro de Salud que nos situó, en aquel momento, como la quinta ciudad de España en cobertura sanitaria por habitante.

Estos han sido años en que el “perverso” Modelo Alzira ha sido reconocido y premiado nacional e internacionalmente, reconocimientos a su calidad asistencial e innovación y cuenta con una satisfacción del 90% de quienes lo utilizamos. Pero… ¡Oh, qué casualidad! Ha sido volver la izquierda al poder en la Comunitat y en muchos municipios de La Ribera, cuando se reaparece la estrategia de utilizar nuestra salud para hacer política de confrontación. Para sembrar, una vez más, la incertidumbre en trabajadores y vecinos.

Otra vez somos noticia, ahora en negativo, sobre qué va a pasar sobre algo que afecta de manera tan directa en nuestra vida. Porque, a mi juicio, se está poniendo todo el foco mediático en el futuro del personal sanitario. Importante, sin duda, pero se deja demasiado de lado la opinión de los usuarios.

Unos usuarios para quienes esos hombres y mujeres que calificaron despectivamente como “tropa” han sido o están siendo en estos momentos pieza clave para su salud y con quienes se forjan vínculos que aunque no son “amigos y familiares se parece mucho.

En eso esto comparto la opinión de Mónica Oltra “Lo fundamental no es el rendimiento económico de una empresa, sino la atención, la calidad y el cariño con que se trata a la gente que pasa por el sistema sanitario”. Durante mis 12 años como alcaldesa de Alzira, les puedo garantizar que, más allá de solicitar más plazas de aparcamiento, apenas quejas puntuales se recibían sobre la atención o servicios de nuestro hospital. Más bien lo contrario, la población manifestaba sentirse orgullosa de la gestión, también por su implicación con asociaciones y entidades. Relacionadas con la salud, por supuesto, pero también en las culturales, festivas, deportivas y sociales.

¿Cómo se entiende si no, que en el año 2009, por ‘unanimidad’ de todos los grupos políticos (PP, PSPV, COMPROMÍS y EU) le concediésemos al Hospital de La Ribera la Insignia de Oro de la Ciudad?

Ahora, sin embargo ; A pesar de reconocer el ‘número 3’ de Sanidad -subsecretario de la consellera Carmen Montón- que el Modelo Alzira es más “barato que un hospital de gestión pública, a pesar de que contamos con una cartera de servicios que no tienen otros hospitales comarcales, a pesar del alto grado de satisfacción de la gente…

Se menosprecia a los trabajadores, se les “escapa” que quieren colocar a sus amigos y familiares, se vuelve a generar incertidumbre con mentiras o medias verdades… El pasado viernes, sin ir más lejos reconocía la vicepresidenta que la reversión es una “decisión política con independencia de los resultados que arrojen las auditorías. En definitiva, se vuelve a la batalla política tomando como rehén la salud de la población de La Ribera.

Ya que los integrantes del Pacte del Botànic son tan defensores de las consultas, referéndums y mecanismos de participación ciudadana varios, me pregunto si no podrían preguntarnos a los vecinos y vecinas sobre el particular. ¿Votamos?

No hay estrategia de comunicación que pueda servirles a quienes promueven el mismo sistema de gestión en el 50% de los hospitales andaluces y abogan aquí por una reversión que afectará no solo al personal sanitario actual, sino directamente a cada vecino y vecina. ¿Alguien piensa que van a mantener algunos servicios que ahora tenemos, propios de un hospital general y que no tiene ningún hospital comarcal?

Querer darle la vuelta a lo que ya funciona, es una operación de alto riesgo. Emplazo a la consellera Montón, al president Ximo Puig y a la vicepresidenta Mónica Oltra a que vengan a hablar, a pie de calle, con la gente de La Ribera. Así, cuando los vecinos puedan expresarse en las urnas en 2019 no tendrán que preguntarse ¿Qué hicimos mal?
..Elena Bastidas. Diputada del Partido Popular por Valencia y ex alcaldesa de Alzira. Publicado originalmente en El Mundo

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