Publicado en Interviú Resulta patente que no se ha procedido a la revisión y evaluación de riesgos laborales, ni a la planificación preventiva correspondiente”. Los inspectores de Trabajo que analizaron la situación del hospital Carlos III de Madrid tras el contagio allí de la auxiliar de enfermería Teresa Romero en octubre de 2014, constataron numerosas deficiencias en materia de seguridad y prevención de riesgos laborales en la fecha del accidente y en los meses previos, cuando el hospital ya se había convertido en centro de referencia para casos de ébola. Pero el juzgado ha archivado la querella que la auxiliar de enfermería y quince médicos de Medicina Intensiva presentaron contra el Ministerio de Sanidad. Según el auto judicial, “no ha quedado debidamente acreditada ninguna infracción de las normas de prevención de riesgos laborales”. El abogado de Romero, José María Garzón, recurrirá la decisión, basándose en varios informes y denuncias internas, incluidos en el sumario, que describen “el caos” que se vivió en aquellos meses.