La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid a través del Portal Salud ha puesto a disposición de los ciudadanos información útil sobre el consumo responsable de benzodiacepinas que, son medicamentos que disminuyen la excitación neuronal y que tienen un efecto antiepiléptico, ansiolítico, hipnótico y relajante muscular; en pocas palabras, las llamadas “pastillas para dormir”.
El consumo de este tipo de fármacos, a largo plazo para nuestra salud puede ser perjudicial, ya que puede crear dependencia, por ello que deba estar supervisado por un especialista. Se pueden administrar por vía oral, sublingual, intramuscular o intravenosa.
Diazepam, lorazepam, alprazolam, bromazepam, zolpidem,… son algunos de los fármacos que pertenecen al grupo de las benzodiacepinas. En concreto, existen 35 benzodiazepinas distintas, aunque farmacológicamente son muy similares. Los ansiolíticos más utilizados en España son el lorazepam, conocido como ‘Orfidal’, y el alprazolam, más popularmente conocido como ‘Trankimazin’. Entre los hipnóticos o somníferos el más utilizado en nuestro país es el lormatazepam, más conocido como ‘Noctamid’.
Su acción es rápida en los trastornos de ansiedad e insomnio y son eficaces en tratamientos a corto plazo, las primeras semanas.
Sin embargo, esa seguridad, tolerancia, y por ende utilidad en los miles de pacientes que en la Comunidad de Madrid los toman, cuando se consumen durante un prolongado período de tiempo pierden su efecto beneficioso. Y es que pueden ralentizar el funcionamiento psicomotriz, de ahí que puedan provocar pérdida de memoria y de reflejos, somnolencia, confusión y dificultades de atención, y mayor riesgo de caídas y fracturas, especialmente en los pacientes mayores.
Tomarlas en períodos cortos de tiempo y poner fin al tratamiento cuando cumple su función
El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías señala que Europa es el territorio con el consumo medio más elevado del mundo. Y dentro de Europa, España es uno de los países donde más se consumen.
Ante esa retahíla de riesgos que el consumo de benzodiacepinas tiene sí se prolonga durante un tiempo largo, es conveniente tomarlas durante periodos cortos de tiempo y suspenderlos cuando han cumplido su función. La dificultad para el paciente es cuando lleva demasiado tiempo tomándolos, ya que la adicción creada puede ser grande y por ello hacer difícil dejarlos. Su carga adictiva hace que cuando se retiran de forma brusca pueden producir síntomas de dependencia como ansiedad, temblor, insomnio, irritabilidad y malestar.
Por ello, la retirada debe ser gradual, nunca de golpe y tener en cuenta que dejar el medicamento cuando ha dejado de ser útil y ha creado dependencia para nada es imposible, al contrario, es posible con ayuda de un profesional y quienes lo logran se sienten mejor y por ende su salud gana en calidad.
Toda esta información y otras recomendaciones están disponibles en la página ‘Dejar las pastillas para dormir’ del Portal Salud del Servicio Madrileño de Salud.
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