Dr. Manuel Bayona, de SEDAP: ”El domicilio es el lugar idóneo para el cuidado y seguimiento de los pacientes”

El Dr.Manuel Bayona es vicepresidente de SEDAP (Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria), que acaba de celebrar una reunión en Sevilla para abordar la prioridad de la atención a pacientes crónicos para el sistema sanitario, así como el impacto social y económico que representa. Por este motivo, y dada su experiencia y conocimiento ha atendido a iSanidad. Lo mejor de la Sanidad para repasar la importancia de los cambios en Atención Primaria.

El 80% de las consultas de AP ya son de crónicos, ¿qué implicación puede tener esto para la gestión de la Atención Primaria?
Implica la necesidad de reordenar la prestación de servicios, recuperando por ejemplo el domicilio como lugar idóneo para el cuidado y el seguimiento de los pacientes.

Dotar a la AP de capacidad técnica, presupuestaria y funcional para ser más resolutiva y evitar derivaciones innecesarias al hospital, de casos que pueden resolverse en otros espacios asistenciales como son el centro de salud o el propio domicilio.

Que AP tenga un papel mucho más protagonista en la coordinación de procesos, para que la atención sanitaria de los pacientes con patologías complejas sea más segura, continuada y eficiente. Esto favorecería la visión de un sistema sanitario menos atomizado y más personalizado, centrado más en las personas que padecen enfermedades, que en las enfermedades que padecen las personas.

Potenciar el desarrollo de actividades preventivas y de promoción de la salud, tanto a nivel individual, como familiar y comunitario. Esto significa apostar por la educación sanitaria, la formación, la investigación, la puesta en valor de activos en salud de la comunidad, la adopción de hábitos y estilos de vida más saludables, etc. Tengamos en cuenta que el 80% de las enfermedades crónicas tienen cuatro factores determinantes: alimentación inadecuada, sedentarismo, tabaco y alcohol.

¿Es necesario “rediseñar” o “modificar” la Atención Primaria con estos datos?
Los sistemas sanitarios en su conjunto se diseñaron hace décadas, y a lo largo del tiempo intentan adaptarse a las nuevas necesidades de los pacientes y de la propia sociedad. Probablemente el cambio social de los últimos años ha sido tan grande, que sería necesario hacer un gran cambio en las organizaciones para adaptarse al momento actual, sin embargo, cualquier propuesta de cambio genera resistencias de manera natural, y por eso es tan difícil operativizarlo.

En la sociedad del siglo XXI han cambiado los patrones de morbimortalidad, existe un envejecimiento progresivo de la población, han irrumpido con fuerza las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y cada día surgen nuevos tratamientos personalizados que son efectivos pero con costes difícilmente asumibles. Existe por lo tanto una imperiosa necesidad de rediseño y adaptación a los nuevos tiempos, no solo para la AP, sino para todo el sistema sanitario en su conjunto.

¿Cómo afecta esta nueva realidad a los pacientes?
El papel de los pacientes también ha cambiado. Se ha pasado de una medicina paternalista, donde las decisiones las tomaba el médico, fruto de la asimetría en el conocimiento y la información sanitaria, a una medicina más personalizada y participativa, donde los pacientes disponen de mucha más información sobre sus problemas de salud y de mucha más capacidad de decidir. Ante esta nueva situación, el futuro de los sistemas sanitarios tiene que pasar por la conexión y el trabajo en red. Hoy día el conocimiento científico-técnico no puede encerrarse en un espacio determinado, ya sea el hospital, un servicio o un profesional, sino que ha de estar “disponible” para resolver con agilidad y al menor coste, necesidades de salud de las personas.

¿Cómo afrontan las diferentes Comunidades Autónomas el reto del cambio?
En el último encuentro sobre gestión de la cronicidad, celebrado estos días en Sevilla, han compartido experiencias Extremadura, Andalucía, País Vasco y Canarias, y hemos visto que todos caminamos en la misma línea, aunque haya diferente nivel de recorrido. Salvando las diferencias entre unos y otro, como pueden ser el tamaño y el volumen de población a atender, todos los ponentes han coincidido en la necesidad de pasar de los planes estratégicos al operativo con más coordinación entre Atención Primaria y Hospital, aplicar un uso inteligente de la tecnología y de los instrumentos para facilitar el trabajo a los profesionales, disponer del tiempo que necesitan los pacientes para que les cuidemos, más comunicación, hablando más con los pacientes y entre los profesionales, más formación e investigación, y finalmente, más liderazgo para seguir avanzando.

Por lo que conoce, de la misma manera que hay que hacer un cambio en AP, ¿también habría que hacerlo con los pacientes en fases subagudas?
Como su propio nombre indica, el sistema sanitario es un conjunto y los cambios no pueden hacerse solo en alguna de las partes. Tenemos grandes hospitales, diseñados para atender procesos agudos por especialidad, donde cada día se dedica más tiempo recursos a atender la cronicidad.

Para que el cambio sea útil tendremos que ponernos en el lugar de los pacientes, y organizar los niveles asistenciales y los servicios sanitarios en función de las necesidades de los pacientes. Esto no siempre es fácil, porque nos cuesta salir de nuestra zona de confort, en la que estamos acostumbrados a trabajar, pero solo así será posible la verdadera sanidad del futuro, de calidad, eficiente, segura y sostenible.
..Redacción

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