Publicado en El Confidencial Cuando José Manuel López Pérez, conocido como Coté, fue detenido en Castellón en julio de 2009 por, entre otras cosas, intrusismo profesional (ejercer la medicina sin tener ningún título para ello), debió experimentar cierta sensación de ‘déjà vu’ porque no era la primera vez. En febrero de 2008 había sido detenido por el mismo motivo en Ferrol, su ciudad de residencia. En ambos casos pasó seis meses en la cárcel y luego quedó en libertad a la espera de juicio. No era el primero para él: en 2002 la Xunta había decretado el cierre de su clínica, y el Tribunal superior de Justicia de Galicia había ratificado la decisión cinco años más tarde. El cierre no se produjo hasta 2008. Entre una y otra ocasión, el falso médico había tratado a unos 130 pacientes de toda España, regentado tres clínicas y logrado unas ganancias estimadas en más de 4,4 millones de euros. Ahora, casi una década después, el proceso judicial contra Coté está avanzando hacia su resolución, y tanto la fiscalía como los afectados han presentado su escrito de acusación, en el que se le acusa de provocar la muerte de una persona y lesiones a decenas más.