El 70% de los pacientes con Alzheimer son mujeres

Un estudio de Fundación ACE – Barcelona Alzheimer Treatment & Research Center pone de relieve la elevada afectación de la demencia en las mujeres. Según los datos de este estudio, el 70% de las más de 4.000 personas con demencia analizadas, son mujeres.

Esta cifra adquiere importancia cuando se relaciona con el dato de que al margen del género de la persona con demencia, el 67,2% de los cuidadores son mujeres.

La feminización del rol de cuidador
El estudio llevado a cabo por la Dra. Pilar Cañabate, manifiesta que en un 32,4% de los casos, el rol de cuidador de la persona con demencia lo asume la esposa. La siguen las hijas, en un 27,6%. En tercer lugar, con un 22,3 de los casos es el esposo quien ejerce de cuidador y en un 9,1% los hijos varones. El 8,6% restante es un porcentaje de perfiles heterogéneos entre los cuales se puede encontrar a las nueras, sobrinos, hermanos y los cuidadores profesionales.

La causa de estos porcentajes radica fundamentalmente en la tradicional atribución del cuidado del enfermo a la mujer. Es frecuente que estas desarrollen sus funciones como prolongación de su rol maternal o como extensión de las tareas domésticas.

A esto se debe también la actitud diferente que presenta el hombre cuando se enfrenta a la responsabilidad de los cuidados. Según el equipo médico de Fundación, y a grandes rasgos, los hombres son más abiertos a las instrucciones o indicaciones que se les dan.

En cambio, por lo general, las mujeres son más reticentes a aceptar indicaciones externas e incluso, en ocasiones, podrían sentir cuestionadas sus capacidades para desarrollar dichos cuidados.

“Yo soy el cerebro y él, las piernas”
Es preciso tener en cuenta que estas situaciones sobrevienen, por lo general, en edades en las que el deterioro físico empieza a manifestarse. Por lo tanto, la mayoría de las mujeres que ejercen de cuidadoras de sus parejas suman al deterioro físico propio el que es causado por el desempeño de estas funciones.

Mientras tanto, la pareja diagnosticada de demencia, sobre todo en fases iniciales, mantendría unas capacidades físicas en buen estado pese a su deterioro de las funciones cognitivas.
Así es habitual que sea ella quien organice la casa y sea él quien haga las tareas físicas como salir a comprar. Sin embargo, esta situación que podría ser, dentro de lo que cabe, llevadera, se convierte en insostenible cuando la enfermedad avanza y el hombre ya no es capaz de salir por sí solo a causa de la desorientación que podría sufrir.

El miedo a perder memoria también es femenino
Desde la Unidad de Diagnóstico de la entidad catalana han querido también llamar la atención sobre el hecho de que son las mujeres quienes más se preocupan por el estado de su memoria.

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