Carlos Royo: “La humanización no consiste en tocar la tripa, si no en poderle resolver los problemas al paciente”

Carlos Royo, Director de Desarrollo de Negocio de Sanidad de GMV y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Informática para la Salud (SEIS), ha participado en XX Congreso Nacional de Informática de la Salud, y después ha atendido a iSanidad. Lo mejor de la Sanidad para aclarar conceptos y dar su personal visión del ámbito tecnológico sanitario que domina y difunde con mucha pasión y conocimiento.

¿Informática de la salud son procesos o es big data?
Informática de la salud para mí es un concepto obsoleto, porque la informática es una técnica, ni siquiera una tecnología, es un instrumento, como si habláramos de la informática de la banca o informática de los viajes, la informática es una herramienta. A mí me gusta hablar de los sistemas de información, que se gestionan a través de la informática, dentro de esas herramientas hay una novedosa que es el big data, pero el big data en el fondo es una palabra mal utilizada, porque el big data es el proceso masivo de datos. ¿Para qué sirve el big data? Para tener información de los procesos asistenciales que estamos haciendo. Ahora mismo, todos los procesos están sujetos a la informática y a través de ella podemos analizar los datos con el big data y esa es la unión de estos conceptos. Los procesos es la forma que tenemos de trabajar los médicos, eso genera unos sistemas de información y una información que a su vez modificará los procesos.

¿El big data y la informática eliminan al paciente de las cuestiones decisivas? ¿La tecnología “deshumaniza” la medicina?
Creo que la tecnología “humaniza” la medicina porque la tecnología me va a poder dar una información mucho mas holística de mi paciente, es lo que yo llamo paciente 360 grados. Cuando era médico y no había tecnología, yo conocía al paciente, él me contaba lo que quería contarme y yo le tocaba la tripa, y esto generaba una relación en la que él era el pobre paciente y yo el brujo de la tribu. Yo era el médico, el que sabía todo de él. Esto se llamaba relación de agencia y pensábamos que era muy humana, pero era muy humana para el médico, no para el paciente, porque yo le decía a mi paciente tiene usted “espondilitis anquilopoyética” y ellos pensaban “este es un sabio porque me dice que tengo una enfermedad que no sé ni pronunciar”.

La informática y la tecnología ha permitido que yo pueda tener un conocimiento mucho más global del paciente y sobre todo, lo que ha permitido es que el paciente tenga un conocimiento más global de lo que le pasa a él y compartir esa información conmigo, por lo tanto, esa nueva relación basada en la información, genera más confianza entre ambas partes y por lo tanto más humanización. La humanización no consiste en tocar la tripa, si no en poderle resolver los problemas al paciente que realmente tiene y hoy en día, con la tecnología y la información, el nivel de información que hay es tan alto, que o utilizo la tecnología y la informática o no puedo tener toda la información que yo preciso para dar solución al problema que tiene el paciente. Esto en occidente, no te quiero decir ya nada cuando estoy haciendo ecografías a niñas de la selva del Senegal, que en su vida habían soñado con que alguien les hiciera una ecografía, aunque yo esté en Madrid.

Por lo tanto, la tecnología lo que está permitiendo hoy es la humanización, no le voy a poder tocar la tripa pero seguro que le voy a hacer un mejor diagnostico y un mejor tratamiento, por lo cual voy a tratar mejor al paciente, que en el fondo es lo que quiere de mí.

¿Cómo puede ayudar a la mejor práctica clínica los procesos informáticos?
Hoy en día la ciencia de la medicina tiene tanta información que soy incapaz de digerirlo. Si yo me tuviera que leer en un artículo científico todo lo que se publica de una sola enfermedad todos los días, no tendría más tiempo que dedicarme a leer eso, en cambio, con la tecnología de la información, con los big data, con la informática, puedo procesar la información que yo preciso. Se genera tanta información que tengo que tener herramientas informáticas para poder procesarlas, si no sería imposible.

¿Telemedicina es una cuestión informática?
La telemedicina es una historia de fracasos, y no ha fracasado nunca por la tecnología, porque la tecnología está, pero lo que no hemos sabido los clínicos es utilizar esa tecnología informática de telemedicina para solventar los procesos asistenciales. Tanto es así, que ya no la llamamos telemedicina, la llamamos “asistencia no presencial”. En el congreso, alguien me preguntó por qué ha fracasado la telemedicina, y le respondí, “porque nunca hemos utilizado las herramientas necesarias para hacer telemedicina”. En la actualidad, hay muchos proveedores de videoconferencia, que dicen “como el paciente puede ver el paciente eso ya es telemedicina” y se olvidan de lo que es proceso asistencial. Se han utilizado plataformas de telemedicina que no estaban pensadas para el proceso asistencial.

Para mí, el futuro de la telemedicina es que desaparezca, que fuera una forma más de hacer medicina. Dentro de unos años nadie hablará de la firma electrónica o firma digital, dentro de diez años nadie entenderá como los humanos firmábamos un documento oficial con un bolígrafo, porque todo el mundo firmará electrónicamente. Con la medicina va a pasar igual, cuando el paciente no pueda estar al lado del médico, utilizará la tecnología, que será telemedicina, pero será tan convencional que nadie le llamará telemedicina, será un proceso asistencial basado en tecnología.

¿Cuáles son los siguientes pasos tecnológicos que necesita la medicina para seguir avanzando?
No la medicina del futuro, si no la medicina que ya está aquí, es la medicina de las cuatro “P”: personalizada, preventiva, participativa y predictiva. Esa medicina, que ya está aquí, es una medicina individual. Es importante entender que la medicina no va a ir a curarme la enfermedad que yo tenga, si no sobre todo va a prevenir que no tenga enfermedades. Vamos a tener unos patrones de comportamiento que van a permitir que la medicina prediga lo que me va a pasar a mí dentro de veinte años.

El siguiente paso de la tecnología, y estamos hoy en la prehistoria de lo que viene, es una tecnología que va a ir a identificar y darle solución a esas cuatro “P”, por eso el big data es un tema fundamental, tenemos tanta información que debemos procesarla y no solo en el sistema sanitario.
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