Farmaindustria reafirma su apuesta por la transparencia de la industria farmacéutica innovadora

Farmaindustria reafirma su clara apuesta por la transparencia de la industria farmacéutica innovadora, y es que en el marco de un coloquio organizado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) con la colaboración de la Asociación Española de Compliance bajo el título ‘La transparencia como valor’, esta apuesta, entre otras medidas, se hace tangible a través de la publicación individualizada por parte de los laboratorios de las transferencias de valor a los profesionales sanitarios en materia de prestación de servicios y ayuda a la formación continuada que, se hará efectiva en 2018, cuando se hagan públicas las colaboraciones realizadas en el presente año.

Como recoge un comunicado, en palabras de Humberto Arnés, el director general de Farmaindustria, la publicación individualizada de las transferencias de valor en las webs de los laboratorios “no sólo permite mostrar la necesidad de tales colaboraciones, sino que genera confianza hacia la industria, el sistema sanitario y sus profesionales”.

¿Cuál es la razón de ser de la industria farmacéutica innovadora?
Arnés considera que la razón de ser de la industria farmacéutica innovadora “pasa por investigar y poner a disposición de la comunidad sanitaria y de las personas nuevos medicamentos que mejoren la calidad de vida de los pacientes o les curen”. Ese trabajo, prosigue, no será posible “sin la colaboración de los profesionales sanitarios”, además, “ni la I+D de nuevos fármacos ni su uso adecuado serían posibles en los términos actuales sin la interacción constante entre compañías farmacéuticas y sistema sanitario”, añade.

Sobre esa base, explicó, se apoya lo que el calificó como el “proceso de transparencia en general y la publicación de datos en particular”, que “permite a los laboratorios mostrar el valor que las colaboraciones tienen para el Sistema Nacional de Salud y la sociedad en general”, favoreciendo así “a los profesionales sanitarios, ya que constituye una garantía pública de su integridad e independencia al tomar sus decisiones clínicas, y beneficia en última instancia a los pacientes, que gracias a estas transferencias de valor son tratados por facultativos cuyos conocimientos están permanentemente actualizados sobre la base de la última evidencia científica disponible”.

Más demanda de la sociedad
Esta apuesta por la transparencia, como indica Arnés tiene su origen en la creciente demanda en la materia por parte de la sociedad que, cada vez solicita más información de las empresas sobre sus actividades e impactos y sobre su relación con diferentes grupos de interés.

En este sentido, manifestó Arnés, desde Farmaindustria se asume el ámbito particularmente sensible que es el sanitario y farmacéutico. “Transparencia implica confianza, porque disipa las dudas que genera la opacidad”, dijo, y subrayó que el fin último de todo este proceso es prevenir los posibles conflictos de interés. Fue la “antesala” perfecta para así explicar “la positiva acogida que nuestra iniciativa ha tenido por parte de instituciones como el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno y Transparencia Internacional España, y que nos anima a perseverar”.

Cabe recordar que la publicación de las transferencias de valor a los profesionales y organizaciones sanitarias está recogida en el Código de Buenas Prácticas de la industria farmacéutica que tuvo lugar por primera vez en junio de 2016 (con datos de 2015). Esta publicación se repetirá anualmente cada mes de junio y engloba cuatro grandes conceptos:

  1. Donaciones (en este caso sólo se pueden hacer a organizaciones sanitarias, no a personas individuales)
  2. Apoyo para actividades formativas y reuniones científico-profesionales
  3. Retribuciones por servicios profesionales
  4. Colaboraciones en materia de I+D

La publicación individualizada de las transferencias de valor es sólo una de las bases de la política de transparencia que en los últimos 15 años está desarrollando la industria farmacéutica innovadora y que se concreta en el citado Código de Buenas Prácticas, que forma parte a su vez de un Sistema de Autorregulación que garantiza que la conducta de los laboratorios se rige por los más estrictos principios éticos de responsabilidad y profesionalidad.

Arnés insistió en situar en este marco la individualización de los datos, como medio necesario para mostrar el rigor y la independencia con la que se produce la colaboración entre industria y organizaciones y profesionales sanitarios. A partir de aquí, mostró el compromiso de la industria con el apoyo a los profesionales sanitarios y a las sociedades científicas tanto en el avance de la investigación como en el fomento de la formación continuada.

Por último y, con respecto a la fiscalidad del apoyo de la industria a la formación continuada de los profesionales sanitarios, explicó que “la publicación de los datos individualizados no cambia la naturaleza tributaria de estas ayudas”. Y se remitió a la reciente Proposición No de Ley aprobada por la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados que insta al Gobierno a “seguir considerando exentas de tributación” tales transferencias de valor dedicadas a la formación de los profesionales del Sistema Nacional de Salud, concluyó.
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