Protocolo favorece la recuperación en pacientes de cáncer ginecológico

Equipo de científicos de la Unidad de Ginecología Oncológica y Patología del Tracto Genital Inferior del Servicio de Ginecología Vall d’Hebron (España) aplican un protocolo de recuperación intensificada (ERAS) para el abordaje de la cirugía en casos de cáncer de ovario, un tipo de intervención que afecta toda la cavidad abdominal y que hace necesaria la realización de resecciones intestinales, peritonectomías, linfadenectomías completas y resección de órganos abdominales.

Este nuevo protocolo desarrollado se basa en el principio de recuperación intensificada, es decir, en trabajar desde un primer momento con la paciente para prepararla no sólo para la cirugía, sino también para su recuperación. Es la llamada vía RICA (Recuperación Intensificada en Cirugía Abdominal, del Grupo Español de Rehabilitación Multimodal).

La Dra. Assumpció Pérez Benavente, responsable de la Unidad de Ginecología Oncológica del Servicio de Ginecología, explicó que con esta nueva forma de enfocar los casos se consigue una “mejora de la calidad de vida de la paciente, la reducción de la estancia hospitalaria y, posiblemente, la reducción de las complicaciones quirúrgicas”.

Asimismo, entre las medidas que incluye el protocolo, figura la reducción del ayuno a 2 horas, ya que se administra una solución de carbohidrato (maltrodextina) para el confort de la paciente y para reducir la resistencia a la insulina, que tiene efectos beneficiosos en la respuesta a la cirugía. Además, se evita la preparación intestinal con enemas con una dieta baja en residuos los dos días previos a la operación. Durante la intervención quirúrgica se eliminan los drenajes, excepto en casos de resección gástrica o pleural, y la sonda nasogástrica, se utilizan técnicas de analgesia multimodal para reducir el dolor, fluidoterapia dirigida y otras técnicas destinadas a favorecer el curso postoperatorio, como las destinadas a evitar la hipotermia de la paciente.

En el postoperatorio se minimiza la necesidad de administrar los tipos de opiáceos más potentes y se prescinde, de acuerdo con los nutricionistas, de la nutrición parenteral. Todo ello permite a la paciente empezar a moverse antes e iniciar antes la ingesta normal de alimentos, incluso en procedimientos que incluyen una o varias resecciones intestinales. El proceso está en todo momento monitorizado por el personal de enfermería, a través de la figura de la enfermera gestora de casos, que hace un seguimiento personalizado de los casos.

Por su parte, el Dr. José Luís Sánchez, médico adjunto de la Unidad de Ginecología Oncológica, indicó que “el protocolo ha sido posible gracias al estudio aleatorio sobre recuperación intensificada en cáncer de ovario avanzado que tenemos en marcha, el primero de su tipo en todo el mundo. El estudio nos ha aportado datos que nos permiten extrapolarlo al resto de la ginecología oncológica”.

Este protocolo ha sido validado con un ensayo clínico, el primero de su tipo en el mundo. Los profesionales del servicio han analizado 50 casos de cirugía de cáncer de ovario. A 25 de ellos se les aplicaron las medidas previstas y los resultados se compararon con otros 25 casos tratados con el sistema anterior.
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