Los problemas de sueño se asocian a un mayor riesgo cardiovascular, de hecho, se estima que hasta la mitad de las personas con hipertensión arterial padecen a su vez apnea del sueño, y es que así lo ha destacado la Sociedad Española de Sueño (SES) durante su XXV reunión anual que del 20 al 22 de abril se ha celebrado en Santander.
Bajo el lema ‘Sueño saludable, corazón sano’ en este congreso se han dado cita expertos nacionales e internacionales para debatir sobre “la relación entre la cantidad y calidad del sueño con la salud cardiovascular, o la capacidad incierta de actuar sobre el riesgo cardiovascular en el tratamiento de la apnea del sueño”, recoge un comunicado de la sociedad.
A nivel mundial, la apnea del sueño es una enfermedad frecuente que afecta aproximadamente al 6% de la población. Actualmente, cinco de las 10 enfermedades que causan mayor mortalidad en el mundo y que están relacionadas con el aparato respiratorio, la apnea del sueño se encuentra entre ellas.
Como destaca el doctor Ferrán Barbé, miembro de la SES, la apnea puede afectar incluso al 80% de las personas con hipertensión resistente, que son los que tienen más riesgo cardiovascular.
En el 90% de los pacientes la causa de la hipertensión es desconocida, pero la presencia de trastornos del sueño podría ser una factor agravante, por ello es necesario “aplicar una medicina personalizada ya que la respuesta de cada paciente es muy variable”, asegura este experto.
Además, los especialistas recomiendan aplicar las normas básicas de higiene del sueño para mantener una buena salud cardiovascular, así como prevenir el sobrepeso, uno de los principales factores asociados tanto a la apnea como a la hipertensión arterial.
La falta de sueño es un problema de salud pública
No es exagerado afirmar que el sueño, o mejor dicho, la falta de sueño, en la actualidad se considera un problema de salud pública, debido fundamentalmente a su elevada prevalencia y morbi-mortalidad asociada, además de que existen evidencias científicas que los asocian a enfermedades oncológicas o cardiovasculares. “Hemos de tener en cuenta las consecuencias sociales que puede llegar a tener no enfrentar de manera adecuada este creciente problema”, alerta el presidente de la SES, Joaquín Terán-Santos que, advierte también de que problemas como la disminución de horas de sueño o el impacto del trabajo a turnos están influyendo en el desarrollo de la obesidad y otros tipos de alteraciones metabólicas e incluso oncológicas.
En este sentido, reconoce que entre la población más jóven es donde la falta de una adecuada atención puede desencadenar una cantidad de problemas neuro-cognitivos que, a medio y largo plazo, van a influir de manera decisiva en el crecimiento económico de un país. “No en vano, algunos estudios a escala europea cifran ya la influencia de las alteraciones del sueño en un 1,6% del Producto Interior Bruto (PIB) en España”, concluye este experto.
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