Presidente de la OMC: el consumo de alcohol en menores es un “desafío importante” para la salud pública mundial

El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Serafin Romero, compareció ayer en el Congreso de los Diputados ante la Comisión Mixta para el Estudio del problema de las drogas en la ponencia de Estudio Menores sin alcohol en la que solicitó “medidas urgentes” para limitar el consumo de alcohol en menores por las consecuencias que ello conlleva para  su salud.

La adicción al alcohol empieza como problema de conducta y termina como enfermedad multiorgánica”, afirmó Romero tras dejar claro que el consumo de alcohol actualmente es un “problema de salud pública con importantes consecuencias en la salud, especialmente, en los adolescentes y menores”.

El presidente de la OMC mostró su satisfacción de que este problema que, ya se puso “sobre la mesa” en el Congreso hace 14 años, de nuevo vuelva a la agenda política tras años en los que el consumo de alcohol en adolescentes y menores se había incrementado, así como el descenso de la edad del inicio del consumo. Para ello recordó sucesos  alarmantes como el de Pozuelo de Alarcón en 2009 o los casos más recientes como el de la muerte de una niña de 12 años por un coma etílico en San Martin de la Vega.

Consumo de alcohol: relacionado con más de 200 enfermedades y lesiones

El presidente de la OMC centró su exposición principalmente en los efectos del alcohol en la salud de los adolescentes y las consecuencias que, a medio y largo plazo tiene. Al respecto, afirma que hoy por hoy es un “desafío importante” para la salud pública a nivel mundial la carga de enfermedades y lesiones asociadas al consumo del alcohol. En concreto, tal y como expuso existe una relación causal entre el consumo de alcohol y más de 200 tipos de enfermedades y lesiones, incluidas las muertes por accidentes de tráfico. “Más allá de los numerosos efectos crónicos y graves para el organismo, el consumo de alcohol está asociado a amplias consecuencias sociales, mentales y emocionales”, y es que constituye el tercer factor de riesgo de salud, con 5.1% de años perdidos por discapacidad.

Centrando ya su exposción en la etapa de la adolescencia, la más vulnerable para que el alcohol haga acto de presencia, asegura que “los adolescentes que presentan problemas con el alcohol, a menudo tienen también problemas mentales” y, de hecho, afirma que “la comorbilidad psiquiátrica se acerca al 80% en adolescentes consumidores de alcohol”.

Romero hizo un análisis de situación con los datos oficiales de la última encuesta Estudes 2015 según la cual 1.694.595 jóvenes de 14 a 18 años consumieron alcohol (76,8%) y 1.270.946 han hecho botellón el último año (57,6%). Si nos atenemos a las borracheras y al consumo de esta sustancia en atracón durante el último mes, son 489.843 (22,2%) los jóvenes que se emborracharon y 710.494 (32,2%) los que han practicado binge drinking.

El único consumo responsable de alcohol es el consumo cero

Ante esta situación, el recién nombrado presidente de la OMC, considera que “no es posible hablar de consumo responsable de alcohol en adolescentes y menores” y que “el único consumo responsable en adolescentes y menores  es el consumo cero de alcohol”.

¿Cómo repercute el consumo de alcohol en la salud de adolescentes y menores?

Para el Dr. Romero perjudica de la siguiente manera:

  • Perjudica su desarrollo cerebral, ocasiona problemas de memoria y de aprendizaje.
  • Produce daño sin necesidad de realizar un consumo de alcohol prolongado en el tiempo. Suficiente con que sea intenso y concentrado durante el fin de semana.
  • Provoca alteraciones en el desarrollo psicofísico y en el sistema hormonal del menor.
  • Afecta a las relaciones familiares, con compañeros y profesores, y es que desde influir en el bajo rendimiento escolar, ser la causa principal de accidentes de tráfico hasta de prácticas sexuales de riesgo, de embarazos no deseados y de enfermedades infecciosas.

Tras poner de manifiesto que las organizaciones médicas españolas e internacionales se muestran preocupantes que la evolución del consumo de alcohol, especialmente entre menores de edad, está teniendo, el presidente de la OMC considera que:

  • El problema del consumo de alcohol en España es un grave problema de salud pública que constituye una causa común de morbilidad y mortalidad.
  • Los métodos eficaces de prevención y de control no se están siendo utilizados de un modo adecuado.
  • Es un problema que de la actuación de los gobiernos, central y autonómicos, junto con los grupos políticos.
  • Su abordaje y control requiere de todas las medidas que limiten la disponibilidad, accesibilidad y publicidad de las bebidas alcohólicas, así como aumento de precios, criterios todos ellos asumidos en la estrategia mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  • El consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública no puede ser abordado simplemente como un problema social.
  • Se deben aumentar las inversiones en actividades de prevención del consumo de bebidas alcohólicas, tanto en el ámbito de la escuela como en el ámbito sanitario, especialmente, en Atención Primaria.
  • La salud de los jóvenes debe primar sobre otros intereses económicos, comerciales, de producción, distribución, publicidad y de actividades de ocio relacionadas con el consumo de alcohol.

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