En la I Jornada Interhospitalaria de Seguridad del Paciente celebrada el pasado 26 de abril en el Hospital Infanta Leonor de Vallecas, Antonio Burgueño Jerez presentó el Proyecto Impulso, una iniciativa que nace de las necesidades observadas en la Sanidad durante los últimos años.
La metodología del Proyecto Impulso se organiza en torno al proceso asistencial del paciente, y es que solo así se puede entender este proyecto que parte de la siguiente premisa: “La seguridad desde la perspectiva del paciente”.
Como afirmó Burgueño en su presentación, el Proyecto Impulso trata de proporcionar metodologías y herramientas para impulsar sistemas de gestión orientados, también, a una medicina que cada vez sea más segura. Para ello, se estructura en una serie de puntos que, van a marcar la “hoja de ruta” de la metodología.
Evaluación del sistema de gestión de riesgos
Realizar una evaluación del sistema de gestión de riesgos para proceder posteriormente al establecimiento de objetivos priorizados para el desarrollo del citado sistema, y es que ese es el primer paso que propone el Proyecto Impulso. Cuatro son las acciones que van a marcar este punto:
- Recogida de información
- Análisis de datos
- Informe de evaluación
- Plan de acción
A continuación, así se desarrollan las acciones:
- Recogida de información: a través de un cuestionario previo abierto por cada uno de los 18 subprocesos que recoge el Proyecto Impulso.
- Análisis de datos: se desarrolla una matriz de riesgos en la que se identifican y valoran hasta más de 200 fallos potenciales y más de 700 barreras posibles para la disminución de la probabilidad de que puedan suceder fallos y, por ende, todo aquello que puede ser un obstáculo para la aplicación de los protocolos.
- Informe de evaluación: conclusiones y recomendaciones que puedan dar respuesta a la pregunta ¿cuál es el nivel de desarrollo del sistema de gestión de riesgos para la seguridad del paciente?
- Plan de acción: establecimiento de criterios de priorización; listado de factores con puntuación obtenida y prioridad; listado de objetivos principales por subprocesos y por último listado de acciones asociadas a los objetivos. En este plan de acción, es crucial llevar a cabo un informe anual que refleje la actividad realizada y, así, calibrar en qué medida se han cumplido los objetivos.
Este proyecto está en plena madurez porque se ha aplicado en más de 12 hospitales y áreas sanitarias y ya se están empezando a aportar datos de benchmarking.
Antonio Burgueño Jerez, licenciado en Ciencias Empresariales por la City University (Seattle, Washington) y Master en Gestión de Instituciones Sanitarias por la Universidad Autónoma de Madrid, es socio director de la consultora Enclave Salud, la encargada de llevar a cabo el Proyecto Impulso. En el campo de la humanización para la eficiencia en la salud ha impulsado y gestionado diferentes proyectos.
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