La SEC destaca el incremento de la dotación de unidades de insuficiencia cardíaca y de rehabilitación entre 2011 y 2014

La dotación de unidades de insuficiencia cardiaca (IC) se ha incrementado notablemente entre los años 2011 y 2014, y es que pasó de estar presentes del 42 al 56% de las unidades de cardiología (UC), así como las de rehabilitación cardíaca que, del 31%, pasaron al 45%. Además, el desarrollo de redes de angioplastia primaria por los servicios de salud de las Comunidades Autónomas ha contribuido a reducir la mortalidad por infarto agudo de miocardio (IAM).

Todos estos datos se desprenden de un artículo publicado recientemente en la Revista Española de Cardiología que analiza la evolución de los resultados del proyecto ‘RECALCAR 2011-2014′, una iniciativa de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) que relaciona la estructura y el funcionamiento de las unidades de Cardiología con los resultados en salud.

En palabras del presidente de la SEC, Andrés Íñiguez Romo, el proyecto ‘RECALCAR 2011-2014′, “promueve conseguir una mejora de la equidad en las prestaciones asistenciales que cualquier ciudadano recibe en el estado español, independientemente de su ubicación geográfica”, y es que, “precisamente uno de nuestros objetivos es poner de manifiesto Comunidad por Comunidad las asimetrías y variabilidad en el uso de recursos, actividad y resultados en salud, para promover esa mejora de la calidad asistencial”.

Durante estos cuatro años, ‘RECALCAR’ ha creado una base con más de 40.000 datos de estructura y actividad de las UC en el que han participado entre el 60 y el 79% de las unidades de Cardiología del Sistema Nacional de Salud (SNS).

No hay déficit de dotación de equipos

A nivel general no se han encontrado déficits en dotación de equipos, aunque probablemente hay problemas de obsolescencia, pero sí en aspectos relevantes de la organización y la gestión. Al respecto destacar que sólo el 28% de las unidades tienen guardias de cardiología y la mitad de las unidades de 24 o más camas no tienen asignadas camas de cuidados críticos cardiológicos. Además, hay una “pobre” implantación de la gestión por procesos (un 14% de las unidades) y un limitado desarrollo de redes asistenciales de unidades del área del corazón.

Del análisis de los datos se extrae que, en general, no hay un déficit de recursos. Por tanto, es responsabilidad de las autoridades sanitarias y de los profesionales mejorar el rendimiento y la eficiencia del Sistema Sanitario mejorando la gestión de los mismos”, afirma el coordinador de ‘RECALCAR’, Vicente Bertomeu Martínez. En este sentido, pone como ejemplo “el ‘Código Infarto’”, en el que “la adecuada organización del proceso ha reducido significativamente la mortalidad, con una escasa o nula inversión económica”.

50 cardiólogos por millón de habitantes

En relación al promedio de altas hospitalarias de las unidades de cardiología entre 2011 y 2014, según el trabajo, fue de 5/1.000 habitantes/año, con una estancia media en el servicio de entre cuatro y seis días. La tasa media de consultas primeras era de 16 por cada 1.000 habitantes/año, con una relación de dos consultas sucesivas por cada primera consulta.

Asimismo, hay una media estimada de 50 cardiólogos por millón de habitantes, con importantes variaciones entre Comunidades Autónomas. Las variaciones entre unidades en indicadores de productividad, así como el número de estudios por sala y por cardiólogo también son notables.

Las unidades más complejas tienen lógicamente un mayor número de cardiólogos, mayor número de camas asignadas, de altas y de consultas externas. Sin embargo, es llamativo que no se hayan encontrado grandes diferencias en relación con la estancia media o la razón consultas sucesivas/primeras”, consideran los expertos.

Procurar el tratamiento óptimo y la gestión más eficiente

Por otro lado, la actividad investigadora (proyectos de investigación, ensayos clínicos, publicaciones) es mucho mayor en las unidades más complejas. En relación con las tasas de mortalidad y reingresos, hay tendencia a obtener mejores resultados cuanto más compleja es la unidad, siendo en este caso, las unidades con camas de hospitalización de cardiología, laboratorio de hemodinámica y servicio de cirugía cardiovascular las que obtienen los mejores resultados.

Estos hallazgos sustentan la necesidad de regionalizar los servicios de cardiología y desarrollar redes asistenciales del área del corazón que integren unidades de distinta complejidad para procurar el tratamiento óptimo y la gestión más eficiente en el lugar más adecuado para el paciente en cada momento”, concluyen.
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