La Alianza General de Pacientes (AGP) presentó esta semana en la sede de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) el ‘Manifiesto sobre la desnutrición relacionada con la enfermedad’. Este documento que, ha sido suscrito por 26 asociaciones de pacientes, sociedades científicas y colectivos profesionales, tiene como objetivo lograr un abordaje multidisciplinar de esta patología.
Un documento que se hace necesario debido a la “falta de sensibilidad” que se da en el entorno hospitalario a la hora de valorar la nutrición, destaca el presidente de la AGP, Antonio Bernal, quien considera que “es necesario concienciar y formar a los pacientes y familiares sobre la importancia de la desnutrición relacionada con la enfermedad para la calidad de vida”.
Una falta de sensibilidad que se manifiesta en un ejemplo muy claro que ha expuesto Bernal: el hecho de que las bandejas de comida que se reparte en los hospitales lleguen al paciente ingresado tapadas y, cuando se las retiran de la misma forma, no se compruebe si esta persona ha comido o no, y, por lo tanto, no se dé constancia a su respectivo médico de ese hecho. Otro ejemplo, en este caso indicado por la coordinadora del Grupo de trabajo de nutrición de SEMERGEN, Marisa López, es que en los informes de alta, hasta el día de hoy, no se incluye el estado nutricional del paciente.
El ‘Manifiesto sobre la desnutrición relacionada con la enfermedad’ recoge varias líneas estratégicas que, van desde la necesidad de formación de los profesionales, pacientes y familiares, hasta la implantación del cribado en los diferentes niveles asistenciales, como también el establecimiento de un tratamiento y monitorización del paciente protocolizado.
Personalizar y hacer un seguimiento del tratamiento para una mayor adherencia
Personalizar y hacer un seguimiento del tratamiento para conseguir una mayor adherencia al mismo es fundamental para el tratamiento de la enfermedad, destaca el vicepresidente del Foro Español de Pacientes (FEP). Además, este problema, desde el punto de vista no supone una carga económica elevada, y es que la desnutrición no requiere grande cantidades de dinero, pues “preguntando se puede hacer una idea de la situación de esa persona: ¿cómo ha estado comiendo las últimas semanas? o ¿qué perspectivas tiene de comer en los próximos días?”, afirma.
Por todo ello, los especialistas van a proponer como medida urgente incorporar la desnutrición en el próximo Consejo Interterritorial de Servicio Nacional de Salud, ya que consideran que está “suficientemente amparado como para pasarlo por alto”.
La pregunta del millón, ¿cuándo se considera que un paciente está desnutrido?. Como explica la oncóloga médica especializada en nutrición, la doctora Paula Jiménez Fonseca, “el paciente desnutrido o en riesgo de desnutrición es aquel que ha perdido un 5% de peso en los últimos tres meses o un 10% en los últimos seis meses”. Se estima que uno de cada cuatro pacientes que ingresan en un hospital en Europa tienen desnutrición.
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