Desarrollan técnica de imágenes cerebrales para anticipar la enfermedad de Alzhéimer

Científicos de la Universidad de Toronto y el Baycrest Rotman Research Institute (RRI), de Canadá, desarrollaron un potencial predictor de imágenes cerebrales para la demencia, el cual ilustra que los cambios en la estructura cerebral pueden ocurrir años antes del diagnóstico, incluso antes de que los individuos mismos noten sus propios problemas de memoria.

Esta investigación, publicada en la revista “Neurobiology of Aging”, siguió a los adultos mayores que viven en la comunidad de Toronto, en Canadá, sin asistencia y que no tenían conocimiento de problemas de memoria importantes, pero obtuvieron calificaciones inferiores al valor normal en una prueba de detección de demencia.

Los investigadores también encontraron evidencia de menos tejido cerebral en la misma subregión del cerebro donde se origina la enfermedad de Alzheimer (la corteza entorrinal anterolateral localizada en el lóbulo temporal del cerebro).

Este estudio es el primero en medir esta subregión cerebral particular en adultos mayores que no tienen un diagnóstico de demencia o problemas de memoria que afecten su rutina diaria. También es el primer estudio que demuestra que el rendimiento en la prueba de detección de la demencia de la Evaluación Cognitiva de Montreal (MoCA) está vinculado al volumen de esta subregión, junto con otras regiones cerebrales afectadas temprano en el curso de la enfermedad de Alzheimer.

El científico Morgan Barense, autor principal de la investigación, explicó que “este trabajo es un primer paso importante en la determinación de un procedimiento para identificar a los adultos mayores que viven de forma independiente en el hogar y sin quejas de memoria que están en riesgo de demencia”.

En esta investigación, los científicos estudiaron a 40 adultos entre las edades de 59 y 81 que viven independientemente (o con un cónyuge) en casa. Todos los participantes fueron evaluados en el MoCA. Los que anotaron por debajo de 26, una puntuación que indica un problema potencial en la memoria y las habilidades de pensamiento y sugiere que se necesita un análisis de detección de demencia, se compararon con los que tuvieron un valor de 26 y más.

Por su parte, la Dra. Rosanna Olsen, primera autora en el estudio, indicó que “la detección temprana de estas personas en riesgo tiene el potencial de facilitar el desarrollo de fármacos u otras intervenciones terapéuticas para la enfermedad de Alzheimer. Esta investigación también se suma a nuestra comprensión básica del envejecimiento y los mecanismos iniciales de la enfermedad de Alzheimer”.

Asimismo, los científicos fueron capaces de medir con fiabilidad el volumen de la corteza entorrinal anterolateral mediante el uso de escaneos cerebrales de alta resolución que se recogieron para cada participante.

Las diferencias de volumen más fuertes se encontraron en las regiones exactas del cerebro en las que se origina la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores están planeando un estudio de seguimiento para determinar si los individuos que demostraron habilidades pobres del pensamiento y de la memoria y volúmenes cerebrales más pequeños van de hecho a desarrollar demencia.

El investigador Barense añadió que “el MoCA es bueno en el diagnóstico de deterioro cognitivo leve (MCI) (una condición que es probable que se convierta en la enfermedad de Alzheimer) y estamos viendo que puede identificar MCI en personas que no son conscientes de una disminución de su memoria y habilidades de pensamiento”.
..Diego Armando M

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