Un dato preocupante es el que ha revelado un grupo de investigadores de la Universidad de Salamanca, y es que el trabajo, cuyos resultados han sido publicados en la revista European Journal of Ageing, revela que un 20% de las personas con demencia sufren algún tipo de maltrato por parte de sus cuidadores, siendo sobre todo malos tratos psicológicos.
El objetivo del estudio fue validar una herramienta para detectar el abuso cuidador hacía personas con demencia en España. Para ello entrevistaron a 326 cuidadores (la mayoría son mujeres) de personas con diferentes tipos de demencia, que fueron seleccionadas de diferentes ciudades del noroeste de España.
Los resultados también detectaron que un 21% de los cuidadores no se consideran abusadores.
Como informa el Servicio de Información y Noticias Científicas (Sinc), para los autores, el maltrato más observado ha sido el psicológico y en forma de negligencias, probablemente relacionado con el estrés y la falta de apoyo de las personas encargadas de cuidar a sus propios familiares.
Un problema que deberían saber las administraciones públicas
“Hay que diferenciar las conductas que hemos detectado de otros tipo de maltrato, en este caso no se lleva a cabo de forma premeditada ni con saña y, generalmente, no implica violencia física y no estamos hablando de delitos”, indica Jesús Rivera Navarro, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Salamanca. Sin embargo, prosigue, “se trata de un problema muy importante del que no se habla y del que habría que alertar a las administraciones públicas”.
En concreto, los autores de la investigación utilizaron un cuestionario canadiense que, denominado Caregiver Abuse Screen (CASE), tiene una clara “utilidad clínica”, ya que gradúa las sospechas de maltrato y puede ser una primera herramienta para que posteriormente actúen los servicios sociales si fuera necesario.
“Queríamos hacer un estudio ambicioso para averiguar cuánto maltrato se produce y de qué formas se presenta, pero es muy complicado detectarlo, ya que no le puedes preguntar a la persona que lo sufre debido, precisamente, a su situación de demencia”, afirma el profesor Navarro quien, explica que “el motivo suele estar en una mala gestión del cuidado, ya que se trata de una tarea muy dura que desborda a las personas que la llevan a cabo, especialmente, cuando el familiar con demencia pasa por ciertas etapas en las que se vuelven agresivos, insultan o se quieren escapar”.
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