Publicado en El Mundo La última provocación de Sergio Canavero cuenta la historia de una rata a la que el neurocientífico italiano le ha trasplantado la cabeza de otra. Durante 36 horas, el tiempo que aguantó con vida, la cabeza donante (las más pequeña en la foto) siguió respirando, fue capaz de sentir dolor, ver y oler, mostrando que el cerebro funcionaba a pesar de haber sido separado de su cuerpo original. “Es un éxito”, insiste una y otra vez Canavero en las entrevistas, pese a esas únicas 36 horas de euforia. Sus intenciones, sin embargo, son otras. Pretende hacer lo mismo con humanos. Trasplantar la cabeza de un hombre a otro hombre. Y lo quiere llevar a cabo dentro de 10 meses.