El diagnóstico de las enfermedades inflamatorias intestinales, tanto la Enfermedad de Crohn como la Colitis Ulcerosa, suele ser lento, y es que se calcula que hasta el 45% de los pacientes tardan más de un año en ser diagnosticados, mientras que hasta en un 17% se demoran durante más de cinco años.
Tal y como explica la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD) con motivo del Día Mundial de la Salud Digestiva que se celebra el 29 de mayo, se debe a que ambas patologías se caracterizan por alternar brotes con períodos de inactividad o remisión, lo que complica y retrasa el diagnóstico de la enfermedad.
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), en los últimos años, ha ganado relevancia por su incremento en el número de casos, principalmente entre adultos jóvenes. La Colitis Ulcerosa y la Enfermedad de Crohn, afecta aproximadamente a 150.000 personas en España. La incidencia de estas enfermedades se ha multiplicado por 10 en los últimos 25 años y actualmente se detectan unos 2.000 nuevos casos, con un incremento del 2,5 por ciento anual.
El intestino se inflama y generalmente ello supone la aparición de áreas edematosas y ulceradas, lo que provoca enfermedades extra digestivas asociadas a la piel, las articulaciones y los ojos. Además, uno de cada tres pacientes tiene afectados órganos que no son digestivos.
La población tiene gran desconocimiento de las EII
Otro de los hándicap de las enfermedades inflamatorias intestinales es que la población, en general, tiene un “gran desconocimiento” de estas enfermedades, a pesar de que suele afectar a gente joven en plena formación personal y profesional, indica Yago González Lama, responsable del Comité de Relaciones Institucionales de la FEAD. En este sentido, destacar que este dato es especialmente significativo, ya que más de la mitad de los pacientes se encuentran en un rango de edad que oscila entre 20 a 39 años, lo que tiene un gran impacto porque influye negativamente en su día a día.
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