Investigadores de los Hospitales Universitarios del Sur de París (Francia) han confirmado la vinculación de la artritis reumatoide y el consumo de tabaco y apuntan a que el tabaquismo pasivo durante la infancia hace que sea aún mayor ese riesgo. Y es que así se desprende de los resultados presentados en el XVIII Congreso Anual Europeo de Reumatología (EULAR, en sus siglas en inglés) que del 14 al 17 de junio se ha celebrado en Madrid.
Para analizar el impacto del tabaquismo activo y pasivo en el riesgo de desarrollar artritis reumatoide, los investigadores siguieron prospectivamente desde 1990 a una gran población de mujeres voluntarias nacidas entre 1925 y 1950.
En los fumadores que tuvieron una exposición pasiva infantil al humo del tabaco, el cociente de riesgo fue de 1,73 en comparación con los no fumadores no expuestos durante la infancia. En contraste, el cociente de riesgo fue de 1,37 en fumadores activos no expuestos al humo pasivo durante la infancia. A tenor de estos resultados, según Raphaele Seror, autor principal del estudio, “nuestro estudio destaca la importancia de evitar que los niños estén expuestos a cualquier ambiente con tabaco, especialmente en aquellos con antecedentes familiares de artritis reumatoide”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) al año, el tabaco es responsable de la muerte de casi seis millones de personas, de las que más de cinco millones son consumidores del producto y más de 600.000 son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno.
Aproximadamente 230.000 españoles padecen artritis reumatoide
230.000 españoles (0,5% de la población), y es que esa es la cantidad de españoles que aproximadamente padecen artritis reumatoide; patología que produce importantes costes directos (derivados de la atención sanitaria y uso de fármacos) e indirectos (bajas laborales, impacto en calidad de vida de los pacientes…). Afecta desde la edad juvenil hasta a mayores de 90 años, aunque es mas frecuente su aparición en las décadas tercera y cuarta de la vida.
Caracterizada por la inflamación y la progresiva destrucción de las articulaciones, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que afecta a más de 23 millones de personas en todo el mundo y, sin embargo, entre un 20 y un 30% de pacientes no responden a los tratamientos de manera satisfactoria, según afirma el especialista en Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona, Raimon Sanmartí.
Asociación entre la artritis reumatoide y un historial de función intestinal alterada
Y en un análisis separado que buscaba una posible asociación entre el desarrollo de la enfermedad y un historial de función intestinal alterada, en concreto la diarrea crónica previa, esta se asoció con más del doble de riesgo de adquirir artritis reumatoide (cociente de riesgo de 2,32), mientras que el estreñimiento crónico o el alternar entre diarrea y estreñimiento no afectó al riesgo (cocientes de riesgo de 1,16 y 1,07, respectivamente). En este sentido, en palabras de Seror, “una asociación entre un historial de diarrea crónica y el riesgo de desarrollar artritis sostiene la hipótesis de disbiosis (un desequilibrio bacteriano en el intestino) como factor de riesgo para la aparición de una enfermedad inflamatoria mediada por el sistema inmunológico”.
En conclusión, toda esta serie de datos encajan perfectamente con el esquema preclínico de esta enfermedad reumática, en el que se produce un evento externo en una etapa temprana que provoca la aparición de la llamada autoinmunidad, para ser seguido años después por artritis reumatoide clínica.
..Emilio Ramirez