Publicado en ABC Una forma de entender la medicina vinculada a la formación y la investigación y con la atención personalizada como elemento distintivo. Es el modelo sanitario contrastado durante 55 años que la Clínica Universidad de Navarra está a punto de trasladar a Madrid. El desembarco en la capital, un viejo proyecto fraguado durante tres lustros, ha tomado definitivamente forma sobre una superficie de 46.000 metros cuadrados situados en el kilómetro 7 de la A-2, apenas a cinco minutos de Barajas. Allí se levantará un campus universitario que incluye un gran centro hospitalario y un edificio de posgrado. La previsión es que la clínica se ponga de largo este otoño, probablemente en noviembre, y que las instalaciones educativas estén listas para el comienzo del curso 2018-19. «Llevábamos tiempo dándole vueltas al proyecto. Pero el boom inmobiliario dificultaba el acceso al suelo, y también buscábamos posibilidades de financiación», explica José Andrés Gómez Cantero, director general de la Clínica Universidad de Navarra. Un acuerdo con Inversiones Tirema despejó el camino. Esta empresa especializada en la gestión de bienes inmobiliarios «es la propietaria del suelo y también ha construido el hospital, que ahora nos alquila a largo plazo. Esto hace que el proyecto sea financieramente viable. Y la ubicación resulta perfecta», explica Gómez Cantero.